Así se han impuesto las multas por no tener la licencia necesaria, por no tenerlos registrados en el Ajuntament o bien no tenerlos identificados a través de microchips. Otras sanciones que se han establecido hacen referencia al incumplimiento de la ordenanza municipal o de la ley autonómica de protección animal, como no llevar los animales atados, tenerlos en balcones o terrazas o abandonarlos en la vía pública.
El Ajuntament de la localidad ha diseñado un plan para mejorar la gestión y la protección de los animales de compañía del municipio. Así lo aseguró el regidor de Medio Ambiente, Antoni Servera.
Desde el mes de enero hasta ahora se han recogido un total de 70 perros de la vía pública, de los cuales sólo 31 han sido recuperados por sus propietarios. El resto han sido adoptados por parte de asociaciones o particulares, hecho que ha permitido que no se haya realizado ningún sacrificio.
Según Servera, «el principal problema ha sido la falta de identificación a través de microchips, pese a que es una obligación desde 1999. Sólo 19 de los perros recogidos estaban identificados. Por ello, el Ajuntament junto con Baldea realizó una campaña informativa de concienciación».
Otra de las actuaciones ha sido la creación de la unidad de Medio Ambiente de la Policía Local, integrada por cuatro agentes que trabajan con el área de Medio Ambiente y que ha permitido aumentar el control de la tenencia de animales.
De cara al futuro el Ajuntament tiene una serie de proyectos como la mejora de instalaciones destinadas a la acogida de animales abandonados o la creación de colonias de gatos salvajes en núcleos urbanos.
4 comentarios
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Pixar prop d'un parc d'infants o d'un banc per a gent gran, és perilós?
Nada de multas de 60 euros, que las pongan de 3.000 y veras que rápido se acaba el problema. Y lo principal, no más heridos por ataques de perros.
Las MULTAS las deberia poner a los perros que CAGAN en la calle BLANQUERNA Y elrededores ,que cuando caminas y no miras el suelo mierda PISAS.
Aún así, se siguen viendo gran cantidad de perros sueltos y ninguno de ellos con bozal, para no mencionar lo que se dejan esparcido por todas partes sin que sus propietarios se molesten en recoger. Así que los 32 expedientes bien podrían haberse convertido como mínimo en 320 durante prácticamente un año transcurrido. Bien por los 32 sancionados. Mal por los que se han dejado de sancionar.