El aeródromo de Pollença ha celebrado su 75 aniversario. | Elena Ballestero

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El aeródromo militar de Pollença celebró ayer formalmente el 75 aniversario de su creación y lo hizo con un acto institucional de exaltación a las virtudes militares al que asistió cerca de un centenar de militares y civiles, entre ellos buena parte de los hombres que han realizado el servicio militar obligatorio en las instalaciones.

El coronel jefe del aeródromo militar de Pollença, José Daniel Soriano, entregó personalmente un obsequio al veterano de mayor edad, Matías Barceló Frau, fotógrafo del Ejército del Aire que ingresó en el aeródromo en marzo de 1937. Visiblemente emocionado y con 96 años cumplidos recogió el presente ante los aplausos del público.

Entre las distintas autoridades políticas estuvieron presentes la alcaldesa de Alcúdia, Coloma Terrassa, el alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre, y el delegado del Gobierno, José María Rodríguez, que acompañó al coronel jefe en el acto de homenaje a los que dieron su vida por España.

Posteriormente Bartomeu Cifre y el veterano de mayor edad, Matías Barceló Frau, descubrieron una placa conmemorativa antes de dar paso a la exhibición aérea, el ejercicio SURMAR.

El acto conmemorativo se cerró con la inauguración de la exposición de fotografías antiguas del aeródromo, muy comentada por los veteranos y con el clásico brindis al rey Juan Carlos I.

Por su parte, el alcalde obsequió al coronel jefe con una estatuilla de un gallo.

Los discursos institucionales dieron cuenta de la faceta estrictamente militar del aeródromo, sin referirse a su uso residencial que es el mayoritario en la actualidad. Sí hizo mención al uso turístico el alcalde Cifre, que destacó las «buenas relaciones» entre la base y el Moll.