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«Manacor. Cien años ciudad. Ni de aquí a cien años no seremos una ciudad. Y es que nuestra lucha no es para ser una ciudad, ¡es para ser un pueblo!». Con estas palabras inició ayer noche el actor Toni Gomila el pregón que dio el pistoletazo de salida a las Fires i Festes de Manacor.

El Claustre de Sant Vicenç Ferrer se llenó hasta la bandera para escuchar al actor manacorí del momento, gracias al éxito que cosecha su monólogo Acorar . La plana mayor del Ajuntament de Manacor con el alcalde Antoni Pastor a la cabeza estuvo presente, así como la mayoría de todos los regidores del Consistorio.

Integración

Desde la ironía y la sátira pero con grandes dosis de humor, Gomila unió el pueblo de Manacor y el mundo del teatro. Y lo hizo también haciendo un alegato en favor de la defensa de la lengua catalana como idioma de integración lingüística. «Construir esta sociedad realmente unida sólo es posible con nuestra lengua como nexo común. No entiendo que alguien pueda decir de esto 'obligar', 'talibanismo' o 'fascismo'», declaró Gomila. Este punto se comparó con la labor del Teatre de Manacor, con la Mostra de Teatre Escolar, «como puntal de la normalización lingüística con la lengua como elemento integrador», concluyó.

«Manacor es un pueblo que vive dentro de una ciudad» prosiguió el actor, que destacó «la pérdida de fisonomía porque ya no tenemos fisonomía de carpinteros ni de perleras».

Metafóricamente ubicó a los 15.000 manacorins de toda la vida en una especie de gueto «que diferencian Baix des Cós de es Barracar, que hacen de 'indios' en es Port o que dicen Xillot» . Éstos, durante todo el año, «se refugian en sa pista des cavalls y en el teatro», comparando a jockey Joan Antoni Riera Boveret como Dios. También hizo referencias a sa Roca des Castellet , ubicada en la Ermita, que «irradia unas ondas de energía magnética que hacen que Manacor sea tierra de artistas incomparables».

El acto acabo con una interpretación en catalán de textos de autores manacorins a cargo de Gomila y una joven marroquí.