La Fira de Son Servera, en su XVII edición, se convirtió en el mejor escaparate de la artesanía, del comercio y de las empresas locales que tuvieron una buena oportunidad de mostrar los productos elaborados en la localidad.
Son Servera
Un escaparate de la artesanía y el comercio local
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La feria tuvo bastante público, pero no todos los expositores tuvieron igual fortuna, ya que hubo unos cuántos que estuvieron fuera del núcleo de la fira y evidentemente les poerjudica. Por otro lado la organización dejó bastante que desear, en primera instancia la electricidad saltaba a cada momento y la gente que tenía que enfriar sus productos se enfrentó a un problema, finalmente fué resuelto. En este punto hay que agradecer al Sr. Andreu su empeño en que todo el mundo estuviera bien atendido. A parte del mentado el personal del ayuntamiento fue bastante desconcertante, ya que se tiraban la culpa los unos a los otros sin dar solución. Por otro lado los feriantes se vieron obligados a desmontar sus tenderetes después de la fira nocturna para tener que volver a montarlos a la mañana siguiente, habiendo cerrado la feria a las 0200 y abriendo a las 0900. Al final hubo algunos que decidieron no desmontar y les fue bien. Tampoco me gustó que permitieran a algunos chiringuitos a poner música discotequera a todo trapo. En fin el sitio muy bonito, buena afluencia y mala gestión. Lástima