Cacerolada en el colegio Ponent de Inca. | Maria Nadal

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Después de algunas semanas recibiendo presión mediática por las denuncias de una madre que critica que sus hijos no reciben una educación íntegra en lengua castellana en el colegio Ponent, el director del centro educativo de Inca, Nicolás López, se dirigió ayer a la Conselleria d'Educació con el único propósito de presentar su dimisión y la de la jefa de estudios. La renuncia finalmente no fue efectiva «después de haber recibido las muestras de apoyo del director general de Planificació, Inspecció i Infraestructures Educatives, Guillem Estarellas, y de un inspector», según dijo ayer el propio López.

Paralelamente, a la salida del colegio y tras conocer la intención del equipo directivo, una serie de padres y profesores se manifestaron ayer en las puertas del colegio Ponent de manera espontánea para mostrar su apoyo al centro y a su equipo directivo. Está previsto que hoy a las nueve de la mañana se repita la concentración.

Después de la reunión en la Conselleria d'Educació, Nicolás López, dejó claro que «en el colegio Ponent se aplica la normativa vigente y en el centro se ha apostado por aplicar un proyecto plurilingüe. Así, los siete alumnos de hasta segundo de Primaria que solicitaron el castellano como la opción de libre elección de lengua reciben las seis horas lectivas en lengua castellana tal y como marca la ley. Desde el Govern me han mostrado su conformidad con el proyecto educativo por lo que no han aceptado mi dimisión». Por otra parte, el director del centro, anunció ayer que durante el transcurso de esta mañana, se celebrará una reunión del Consejo Escolar y «después haremos públicas nuestras valoraciones y explicaremos nuestro sentimiento», según palabras del director del colegio Ponent.

López se mostró muy preocupado por la publicación de «mentiras» en algunos medios de comunicación y desde el centro se aseguró que «no tenemos nada en contra de la madre que opta por la educación en castellano».