Las monjas de la Caridad se marchan después de 149 años de servicio al pueblo

Para sor Francisca Planas y sor Juana Tudela, las dos únicas monjas que quedan en el Convento y que han sido destinadas a la comunidad de religiosas de Binissalem, dicen que a pesar de sentir una gran tristeza por tener que abandonar el pueblo de Sineu, se marchan muy «agradecidas por el bien que han recibido del pueblo hacia ellas y hacia la comunidad de la Caridad durante los 149 años».

El traslado de las dos monjas a Binissalem también provocará tener que alejarse de las hermanas religiosas concepcionistas. Tanto sor Francisca como sor Juana confiesan que «nos da pena irnos y dejar solar a las hermanas concepcionistas porque eran parte de nuestra familia y viceversa».

Las monjas de la Caridad serán recordadas por su labor realizada durante generaciones al servicio de los enfermos, la catequesis, la limpieza parroquial. También se encargaron durante años de la educación de jóvenes que aprendieron con ellas a leer y a realizar los primeros cálculos.