Imagen de la reunión de los representantes del Ajuntament en el Patronato.

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El Patronato de la Fundación Teatre Principal de Inca aprobó ayer iniciar el expediente para la contratación de las obras de derribo de las casas anexas al equipamiento cultural. A la reunión no acudieron ni los representantes del Consell ni del Govern.

Se prevé que de esta manera, en los primeros meses del año que vienen se pueda iniciar la demolición. Si bien se señaló que en uno de los inmuebles aún vive una familia «a la que los Servicios Sociales del Ajuntament les darán una solución», señaló el alcalde Rafel Torres (PP). El presupuesto de contrata de las tareas de derribo asciende a 83.000 euros a los que se deberán añadir los gastos de desvío de las líneas eléctricas y telefónicas.

Una vez finalizadas las obras de derribo, la zona quedará cerrada a la espera de que comiencen las obras de rehabilitación del teatro. Aunque el Ajuntament señala que «es una tarea imprescindible para poder utilizar en un futuro el Teatre Principal ya que así estaba marcado para poder cumplir con la actual normativa de emergencias».

Una postura que critica el portavoz del PSOE en el Ajuntament, Xavier Ramis, al señalar que «al realizar ahora un nuevo proyecto más pequeño que los dos anteriores tal vez deberíamos esperar a tener el proyecto para saber si es necesario derribar las casas adyacentes».

Otra de las cuestiones a señalar fue la ausencia de los representantes de Govern y Consell, que según el alcalde Torres se debió a motivos de viaje en el caso de Catalina Sureda del Consell y por el vacío de poder tras el abandono de Cristòfol Vidal por jubilación.

A la vez el alcalde Popular reafirmó el compromiso del actual equipo de gobierno de ejecutar de forma inmediata la reforma del Teatre Principal con un proyecto más modesto de entorno a los cuatro millones de euros.