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La asociación de propietarios y vecinos de la urbanización Galatzó, conocida popularmente como Pantera Rosa, ha acordado en una asamblea celebrada el pasado lunes y en la que participaron numerosos miembros, iniciar una serie de actuaciones para impedir la ampliación del polígono industrial Son Bugadelles en los terrenos adyacentes a la localidad al considerar que quedarían «encajonados» entre el polígono, la carretera y la autopista.

La reciente instalación de una gran valla publicitaria en la parcela conocida como el triángulo Galatzó junto a las viviendas anunciando la venta de parcelas ha creado alarma entre el vecindario.

Estos terrenos de unas 47 hectáreas de superficie, clasificados como rústicos en el Plan General de Ordenación Urbana de Calvià (PGOU) del año 2000, fueron recalificados mediante una modificación puntual en la anterior legislatura por el entonces alcalde Carlos Delgado quedando definitivamente aprobados por el Consell de Mallorca el día 24 de septiembre de 2010.

Concretamente 130.000 metros cuadrados (el citado triángulo) permite zona de equipamientos de servicios y comerciales mientras que 340.000 metros más están clasificados como suelo industrial.

Esta recalificación se hizo a pesar de que una plataforma de vecinos presentó 1.800 firmas en contra, así como el rechazo mayoritario en un referéndum convocado por el propio Ajuntament en octubre de 2007.

La asociación de vecinos ha solicitado intervenir en el próximo pleno ordinario del Consistorio que se celebra mañana para apoyar una moción presentada por el Grupo Socialista en la oposición que propone la desclasificación de estos terrenos para que vuelvan a ser rústicos.