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La Comissió de Medi Ambient de les Illes Balears (CMAIB) exige al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno central que prevea sistemas de corte y recuperación de la cobertura de posidonia y de sustracción y posterior recolocación de nacras en la bahía de Alcúdia para minimizar el impacto que tendrá la construcción del emisario sumergido de la futura depuradora de Can Picafort.

El Ajuntament de Santa Margalida ya hace meses que informó desfavorablemente al proyecto por su «elevado impacto ambiental» dado que las aguas depuradas irán a parar directamente al nuevo emisario sumergido en la bahía. En su lugar Santa Margalida propone una ampliación de la depuradora actual que comparten Muro y Can Picafort y que se encuentra ubicada junto a la Albufera de Mallorca. El Ajuntament de Muro considera «inviable» esta última opción.

Aunque el proyecto de construcción de la nueva planta depuradora de Can Picafort data de la legislatura pasada no ha sido hasta principios de 2013 cuando se han dado a conocer los detalles del proyecto que Santa Margalida califica como «una auténtica barbaridad».

El número 67 del Bulletí Oficial de les Illes Balears que se publicó ayer da cuenta del acuerdo adoptado por el pleno de la Comissió de Medi Ambient de les Illes Balears en relación al proyecto de la nueva depuradora cumpliendo así con el trámite de consulta previa a la realización del estudio de evaluación de su impacto ambiental. La comisión exige, no solo garantías para la posidónia y las nacras sino también que el estudio incorpore un inventario ambiental «en el que deberán aparecer listas detalladas con los organismos bentónicos presentes en los lugares donde se realizarán las acciones de corte y posterior depósito de la pradera de posidonia indicando la presencia o no de caballitos de mar y otros sygnathidae. El plan de vigilancia ambiental deberá incluir además medidas de erradicación de algas invasoras.