La decisión se produce después de que el Ajuntament haya registrado varias quejas vecinales y de que la teniente de alcalde delegada de la zona, Esperanza Català (PP), convocara un encuentro de urgencia con los representantes legales y técnicos, tanto de la propiedad inmobiliaria, como del propio Consistorio, con el fin de dar con una solución a la problemática. Reunión que culminó con un resultado positivo para los residentes de Portals Nous, ya que, durante la mañana de ayer, los promotores del establecimiento hotelero presentaron un escrito en el que ratificaban el acuerdo alcanzado.
Desde el Ajuntament de Calvià quieren dejar claro su apoyo «sin fisuras» a los proyectos que signifiquen la modernización de la planta hotelera existente, siempre que los trabajos que se deban ejecutar sean compatibles con la «tranquilidad y armonía» de las zonas residenciales. «Aunar ambas premisas, fundamentales para el desarrollo económico y social del municipio, se convierte en una ardua labor por la que velan técnicos y políticos», sostienen desde el Consistorio.
Estas mismas fuentes recuerdan también que los aumentos de edificabilidad autorizables para los establecimientos turísticos, así como las ampliaciones de los mismos, están regulados por la legislación vigente en materia turística, que depende directamente del Govern.
2 comentarios
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Tengo muy buenos recuerdos de esta playa y de este hotel, que a decir verdad, sus nuevos dueños se le han ocurrido un nombre un poco cutre, su nombre anterior, aguamarina, me gustaba mas Mi padre trabajo durante 28 años como jefe de bar en el bar del hotel, pasaba horas alli jugando al billar y a las maquinitas que tenia, los nuevos dueños despidieron a todo el personal que mas de una persona llevaba mas de 30 años trabajando alli
1.-Da la sensación de que la suspensión de la obras se realiza cómo consecuencia de la un acuerdo alcanzando entre el Consistorio y el Kameha para salvaguardar la tranquilidad de la zona cuando en realidad, lo que se hace, no es más que respetarse la normativa sobre al moratoria, consistente en la no utilización de maquinaria o herramientas que superen los 65 decibelios. 2.-Es obvio que ni la intervención de la Sra. Catalá, ni las quejas de los vecinos, ni la normativa, hacen desistir al Kameha de sus pretensiones dado que, a fecha de hoy y a escasas horas de la publicación del éste artículo, se ríen de todos ellos y continúan trabajando en la obra utilizándose maquinaria que supera los decibelios legales