Monjo y Gamundí anunciaron ayer la campaña de multas.

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El Ajuntament de Santa Margalida sancionará con multas de entre 30 y 500 personas a aquellas personas que lancen papeles o colillas o escupan en la calle. Así lo explicó ayer el delegado de Can Picafort, Joan Monjo, quien defiende la mano dura como forma de combatir la suciedad en el núcleo turístico.

En los próximos días, el Ajuntament iniciará una campaña de advertencias y concienciación ciudadana para, a partir del lunes, comenzar a abrir expedientes de infracción a los ciudadanos. «En principio propondremos las multas menos cuantiosas, de 30 euros, pero si continúa la situación serán de más de 100», dijo Monjo.

El delegado de Can Picafort, acompañado de la regidora de Policía, Beatriz Gamundí, explicó que «hemos redistribuido los efectivos de la limpieza de manera que se ha duplicado el número de operarios respecto al verano pasado y no se nota una mejora». En opinión del delegado de Can Picafort es «necesario» aplicar multas ejemplares para evitar que la gente ensucie las calles. «Tenemos una población estable en Can Picafort de unas 8.000 personas que en verano llega a 40.000 y la situación no se puede sostener si no hay colaboración de los ciudadanos», dice Monjo.

La ordenanza de Limpieza viaria, que se aplicará a partir del lunes de manera íntegra, esta aprobada desde el año 2004, pero hasta ahora no se habían sancionado este tipo de conductas incívicas catalogadas como infracciones leves.