La restauración de la finca ha concluido y la finca reabrirá sus puertas en los próximos meses. | Teresa Ayuga

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La finca Raixa ha quedado abierta al público tras el fin de la restauración de los jardines y de la creación de un centro de interpretación de este espacio y de la Serra de Tramuntana.

Así lo ha constatado la presidenta del Consell, Maria Salom, que hoy ha visitado la finca, que estará abierta al público durante los próximos meses pudiendo visitarse de forma gratuita -de momento- los martes a jueves de 10 a 14 horas, por libre o con guía. Junto con la presidenta de la entidad insular, hoy han podido conocer Raixa los alumnos del colegio Joan Mas de Pollença, vecinos de Bunyola y miembros de la Asociación de Maestros Jubilados.

Restauración

La visita, en la que también han estado presentes el conseller de Presidència, Jaume Juan, la directora insular de Relacions Institucionals, Maribel Crespí; el director insular de Projectes, Segismundo Morey, y el alcalde de Bunyola, Jaume Isern, ha comenzado en el centro de interpretación, cuya misión será difundir los valores históricos, arquitectónicos, medioambientales y etnológicos de la finca. El proyecto ha tenido un presupuesto de 999.000 euros, financiados por el Consell a cargo de inversioens estatutarias.

En cuanto a la restauración de los jardines de la possesió, las tareas han consistido en eliminar la vegetación invasora, restaurar elementos arquitectónicos y ornamentales, así como los caminos de acceso, los miradores y el resto de edificaciones.

También se han reparado las canalizaciones de agua, el sistema hidráulico antiguo y se han recuperado cultivos, trabajos que han supuesto una inversión en conjunto de 4,7 millones de euros.

Gestionada por una empresa privada

La presidenta del Consell ha destacado durante su visita el compromiso de la institución con Raixa y el hecho de que «el coste de tener la finca abierta es el mismo que teniéndola cerrada ya que se financia con recursos propios».

Salom ha explicado que, de momento, las visitas serán gratuitas, pero el objetivo es que una empresa privada se encargue de gestionarla. El Consell prepara la redacción del pliego de condiciones para que salga a concurso en un plazo de dos o tres meses.