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El alcalde, Carlos Simarro (PP), ha negado «rotundamente» que el Ajuntament de Sóller haya incurrido en algún tipo de ilegalidad en relación a las obras de construcción de la unidad básica de salud del Port. La oposición denunció el lunes ante la Guardia Civil supuestas irregularidades que, de confirmarse, podrían ser constitutivas de delito, sobre todo por sostener los denunciantes que las obras «comenzaron antes de su adjudicación».

Sin embargo Simarro se reafirmó ayer en que la excavación que se realizó el jueves corresponde «a un contrato menor, ya que su coste será solamente de unos 2.000 euros y este trabajo se encargó directamente para disponer de un estudio previo del terreno y ganar tiempo».

Simarro lamentó que con esta denuncia «la oposición haya querido lanzar el mensaje de que el equipo de gobierno comete actos ilegales o fraudulentos cuando no es así». «Tal vez nos equivocamos con el procedimiento, pero en todo caso no fue por otro motivo que conseguir agilizar los trámites, dada la importancia del proyecto».

También informó que «ahora estamos preparando la convocatoria del concurso y seguramente ya no lo haremos a través de Sóller 2010, tal y como aprobó el pleno, sino directamente, aunque esto suponga retrasar la construcción unos días».

El alcalde no explicó los motivos de dejar sin efecto el traspaso de la gestión del contrato a la empresa municipal tan solo tres días después de ser aprobado, pero dio a entender que no era por la denuncia sino por otros motivos técnicos y económicos.