La presidenta de los vecinos de Portocolom, en su intervenvión.

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Tres días antes de la manifestación a favor de la mejora de la calidad del agua potable convocada por la Associació de Veïns de Portocolom, el pleno del Ajuntament, con la mayoría absoluta del equipo de gobierno (PP), aprobó con «diferir la aplicación de las nuevas tarifas -que también se aprobaron ayer- hasta que se haya verificado el suministro de agua de calidad en la zona costera».

En líneas generales, se explicó que la subida será efectiva cuatro meses después que todas las analíticas y certificaciones de los técnicos apunten que el agua que llega a los grifos de las casas de Portocolom sea buena para beber.

Antes de entrar en el debate político, intervino la presidenta de la Associació, Cristina Vanrell. Esta señaló que después de tantos años lo que piden es «agua de calidad a un precio razonable y con un servicio también razonable».

A continuación se abrió el turno de los políticos, Joan Xamena del Bloc acusó al PP de haber «cedido al chantaje de la empresa. Tienen 35 años de concesión, 1.000 abonados fijos y en el año 2012 tenían garantías para hacer la mejora y ahora, de repente no encuentran financiación. No se entiende». Y añadió que «no encuentren financiación para hacer la tubería hasta el Port, con un coste de unos 2,1 millones de euros, no es más que una excusa de la empresa para poder subir las tarifas y el Ajuntament ha cedido a este chantaje».

En la misma línea se expresó la portavoz socialista, Mercedes Parapar: «Al PP no le interesa tener agua potable, le interesan los votos de la gente» y pidió una vez más «rescindir el contrato con la empresa y que sea el Consistorio quien se haga cargo del servicio». «La subida es injusta y se hace sin transparencia», añadió.

Por su parte, el alcalde, Biel Tauler (PP) defendió su gestión diciendo que toda la legislatura ha trabajado en conseguir la histórica mejora del agua del Port.