Vista de las instalaciones deportivas del Sallista. | Maria Nadal

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Tras la polémica surgida durante el último pleno municipal, el equipo de gobierno (PP) de Inca ha encontrado una solución a la falta de vestuarios y gradas en el campo de fútbol del Sallista. El alcalde Rafel Torres informó esta semana de que «el Ajuntament cederá unas gradas y unos vestuarios móviles al Sallista para el uso de los niños del fútbol base. Aunque no es la solución que nos guste más, es una alternativa completamente legal».

Actualmente, el Sallista cuenta con unos vestuarios que se construyeron en el año 2004, pero que resultan totalmente insuficientes por el gran volumen de niños que entrenan en el campo. «Cada día pasan unos 24 equipos de fútbol base, lo que supone que son unos 500 niños. La construcción de unos vestuarios dignos es una reivindicación histórica y, ante la imposibilidad de poder realizar una inversión y hacer obras, hemos optado por esta alternativa, que cuenta con el visto bueno de los padres», según palabras de Torres, que añadió que «se trata de una solución temporal».

Aunque se trata de instalaciones prefabricadas, «contarán con todos los servicios necesarios y la instalación de agua», según indicaron fuentes oficiales del Consistorio. Por lo que se refiere a la instalación de la nueva grada y de los módulos de vestuarios, desde el Ajuntament no pudieron concretar una fecha exacta, «aunque se tratará que todas las instalaciones estén operativas para la próxima temporada, a lo más tardar».

Durante el último pleno municipal, el equipo de gobierno retiró una inversión prevista de 210.000 euros para ejecutar la obra de los vestuarios y la nueva grada.