Bartomeu Cifre. | Elena Ballestero

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Tots, la marca blanca de Bartomeu Cifre tras su salida del PP, es la más votada en Pollença. Ahora falta lo más difícil, gobernar.

—¿Ser alcalde ‘díscolo’ tiene premio?
— Creo que los ciudadanos han premiado el trabajo más que ser ‘díscolo’ pero también la gente ha entendido bien la jugada que se nos quería hacer y ha reaccionado a esta... ¿injusticia? El PP nos ha querido quitar de enmedio hasta el último momento.

—Pero mantienen sus carnets.
—No es un tema de carnets. Si se aplican los estatutos hemos perdido la condición de afiliados, lo tenemos claro. ¿Qué tienen que enviarnos una carta? Desde el 31 de marzo nadie ha tenido ningún contacto con el PP salvo fuera del ámbito político, por relación personal. Quien dudaba de que pidiéSramos el voto para el PP basta que lea los resultados de las autonómicas en Pollença, está más que claro.

—Hablando de resultados... Usted gana en votos pero empata en regidores con Junts. ¿Ahora qué?
—No es una situación nueva. Creo que, como le dije ayer a Miquel Angel March (Junts), independientemente de quien gobierne, habrá que llegar a pactos importantes a nivel municipal. Tenemos la responsabilidad de intentar llegar a acuerdos. Gobernar en minoría es difícil pero nunca he tenido una mayoría absoluta ni me lo planteo. Para mi gobernar es pactar.

—¿Incluso con el PP?
—El PP local tiene el mismo planteamiento que Palma. No plantearemos una negociación que tenga que ver con las políticas autonómicas ni insulares.

—¿Tienen los díscolos futuro a nivel autonómico?
—Lo que veo es un futuro de cambio a nivel general, un espíritu regionalista con otros partidos. ¿Por qué sube Més? La gente no es centralista. Hay un gran cambio y quien lo ha provocado es la política de Bauzá de no escuchar. La política educativa... Nadie quiso tomar nota y se venía venir de lejos. Quienes no lo veían, o no lo querían ver, eran los cuatro que mandaban en el PP.

—¿Contempla la marcha de Bauzá?
—Ya no tendría que estar. ¿Qué oposición va a hacer? Matas perdió la mayoría absoluta por uno. Solo le queda (a él y a los cuatro que mandan) entregar las llaves e irse a la farmacia o a casa.