Los escolares del Simó Ballester durante la elaboración de volcanes.

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En la aventura de enseñar y aprender, el trabajo por proyectos tiene un papel fundamental cuando se trata de motivar a los niños y estimular su interés por descubrir cosas nuevas. Por ello, el centro público Simó Ballester ha empezado a introducir el trabajo por proyectos en algunas áreas.

Así, esta semana, un grupo de tercero de primaria ha investigado los volcanes, que los alumnos han elegido como centro de interés en el área de Ciencias Naturales y Educación Artística. En este proceso de aprendizaje «que se pretende que sea cooperativo y significativo, se ha estimulado a los niños proporcionándoles la información necesaria para que entonces sean ellos quienes construyan de forma autónoma sus propios conocimientos sobre la actividad volcánica», explican fuentes del centro.

Apuntan que los alumnos «se han mostrado muy motivados investigando cómo construir un volcán casero y simulando la lava, ceniza y gases que salen del interior hacia el cráter». Con el fin de construir una maqueta, lo más parecido posible a un volcán real, han usado barro, pasta de papel y plastilina para simular el terreno donde se levanta el volcán y las laderas por donde se desprenderá el magma. Entonces, han colocado una simple botella de plástico usada en el interior de la construcción que ha hecho de contenedor de la lava.

Una vez los volcanes han estado acabados, los niños han simulado una erupción volcánica y lo han mostrado a las otras clases. La mezcla de vinagre, bicarbonato de sodio, pimentón, agua y jabón líquido ha creado una explosión «que simula lava de verdad y ha sorprendido a los más pequeños de la escuela».