Miembros de GADMA en el torrente de Almadrà. | Elena Ballestero

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El Grup d’Amics del Medi Ambient (GADMA) advierte del riesgo medioambiental que representará la nueva depuradora de Binissalem (las obras de ampliación de la planta están muy avanzadas) para el torrente de Almadrà.

Los ecologistas denuncian que el proyecto prevé la canalización del sobrante del agua depurada directamente al citado torrente a su paso por el municipio de Binissalem, donde se conoce popularmente como torrente del Rafal Garcés.

GADMA presentó hace ya siete años alegaciones contra el proyecto de ampliación de la depuradora exigiendo que se hiciera una depuración terciaria (pese a la ampliación la depuración será secundaria) y que se habilitara un sistema hermético para emergencias en lugar de realizar conexiones al torrente. El problema, según explica el portavoz de GADMA, Bernat Fiol, es que en caso de avería, y pese al extenso sistema de lagunaje, se pueden producir vertidos de aguas sucias directamente al torrente.

Las obras de ampliación de la depuradora de Binissalem avanzan a buen ritmo.