El alcalde, Bernat Roig, visitó las obras de alumbrado para analizar los restos hallados. | Gori Vicens

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Las obras de mejora del alumbrado público en el centro de la localidad, consistentes en el soterramiento del cableado eléctrico, han sacado a la luz nuevos datos sobre el foso romano, datado 2.000 años atrás.

Los arqueólogos ya estaban sobre la pista. De hecho, cuando se iniciaron las obras se puso en marcha un control arqueológico para hacer el pertinente seguimiento.

Este fin de semana son muchos los vecinos que se han acercado a esta zona para ver los indicios de lo que podría ser este foso romano que se ha encontrado en dos calles, Rector Ferrando y la Pau, donde se ejecutan las obras.

El alcalde de ses Salines, Bernat Roig, que también es arqueólogo, junto con otros técnicos encargados del seguimiento, se desplazaron ayer al lugar de la excavación. «Ahora podremos incidir con el proyecto de búsqueda del trazado, e intentar definirlo así como era. Este nuevo tramo será de mucha utilidad científica porque nos ayudará a ver si el camino iniciado es el correcto». Añadía que «en principio es el único foso romano encontrado en las islas y todo lo que podamos saber de información es positivo científicamente».