Centenares de personas quisieron participar de la fiesta de Sant Roquet. | Joan Socies

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Cerca de 1.000 personas esperaron hasta la madrugada para vibrar con el fin de las fiestas patronales de Sant Roc, en Porreres. La protagonista de la festividad, que ya lleva 20 años celebrándose, es una ensaimada gigante.

La fiesta se inicia cuando los jóvenes van a buscar una gran ensaimada de entorno a los 50 kilos. El tradicional dulce después es portado a hombros hasta la plaça de la Vila al grito de «l’ensaïmada, la duim els porrerencs!».
Encabezó la comitiva la Filharmònica de Porreres que este año cumple 160 años que aportó la música hasta pasadas las cinco de la madrugada entre jóvenes y gritos de «Sant Roquet, Sant Roquet!».

Después de dar el sus, la ensaimada desapareció con gran rapidez.