Tráiler de 'Nòmades de la por', el documental sobre los campos de refugiados en Grecia rodado por Bea Marín. | Beatriu Marín

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En plena crisis por el éxodo de refugiados sirios la pasada primavera, el pueblo de Binissalem se movilizó en apoyo a las miles de personas entonces retenidas en Grecia, una solidaridad que se plasmó en dos viajes de voluntarios realizados en el mes de abril bajo el amparo del colectivo 'Binissalem amb les persones refugiades'. Ahora, cuando ONG's y voluntarios no son bien recibidos en los campos oficiales donde han sido trasladados los refugiados y migrantes, el colectivo cierra el ciclo con la presentación del documental Nòmades de la por, rodado por Beatriz Marín García, periodista e integrante de los dos viajes que realizaron los voluntarios de Binissalem a la ciudad griega de Idomeni para repartir comida y enseres de primera necesidad entre las familias desplazadas.

El documental Nòmades de la por se presentará en el Teatre de Binissalem este domingo 28 de agosto a las 20 horas. Previamente habrá un coloquio en el que diez de las trece personas que viajaron a Grecia en las dos expediciones realizadas el pasado mes de abril contarán su experiencia sobre el terreno. Beatriz Marín participó en ambas y es la autora de las imágenes del campo de refugiados de Idomeni que forman este documental, cuyo objetivo es dejar constancia de la situación que se vivió en esas fechas, cuando se concentraban allí más de 14.000 personas tras el cierre de fronteras en la Unión Europea.

Nòmades de la Por

DOS EXPEDICIONES A IDOMENI

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Esta Trobada del domingo contará con la actuación del grupo musical Phussyon, cuya canción 'Terrícolas' pone la banda sonora al documental, y la recaudación de la entrada (2 euros) se destinará a nuevos proyectos de solidaridad.

El colectivo 'Binissalem amb les persones refugiades' se formó de manera espontánea gracias a la enorme respuesta que los binissalemers y vecinos de pueblos de alrededor dieron a la llamada de Maria Lluïsa Pol y Catalina Victòria Moyà para recoger pañales y enseres básicos de higiene para enviar a las familias de refugiados que a principios de año se hacinaban a las puertas de Europa, muchas de ellas huyendo de la guerra de Siria.

Tras esa primera llamada, otras personas se unieron a la causa y el 15 de abril partió hacia Idomeni la primera expedición de voluntarios para custodiar y repartir la ayuda que el pueblo de Binissalem había aportado. Mientras la situación en los campos de refugiados iba empeorando, a principios de mayo partió un segundo equipo de 9 voluntarios, que colaboraron con otras ONG para aliviar, por lo menos por unos días, la vida de los refugiados en Grecia: ofrecieron una comida para 2.000 personas, repartieron pan caliente durante una semana y agua potable para los biberones de los bebés, entre otros detalles simbólicos como asistir a una boda entre una pareja de refugiados. De todas estas experiencias hablarán el domingo en la presentación de este documental.