La propuesta de creación de la reserva marina tiene como objetivo generar un producto turístico de naturaleza y buceo. | Xesca Serra

TW
12

La Cala Sant Vicenç tiene un gran potencial medioambiental para ser declarada reserva marina. Así se desprende de las primeras campañas de investigación realizadas por una consultoría durante los meses de septiembre y octubre de este año por encargo de la asociación de vecinos de la Cala y con el patrocinio de Caixa Colonya.

Se ha constatado la presencia de grandes extensiones de posidonia a unos 300 metros de la línea de playa (Cala Barques y Cala Molins) destacando un aumento del área ocupada en el lateral sudeste. Se ha observado en la zona de Punta Negra una gran superficie ocupada por praderas con una amplitud, desde la costa, de unos 450 metros. Los expertos aseguran que buena parte de las praderas de posidonia no están grafiadas en las cartografías oficiales.

El estudio realizado ahora se ha centrado en una pequeña parte de la reserva desde la línea que une Coves Blanques con el inicio del Cavall Bernat por todo el perímetro de costa por lo que los expertos recomiendan el estudio de una zona más extensa para poder obtener un mejor conocimiento respecto al tipo de sustratos y especies presentes.

El objetivo principal de la declaración de reserva marina es la creación de un nuevo producto turístico de naturaleza y buceo. Los vecinos abrirán ahora un periodo de diálogo con todos los agentes implicados (instituciones, pescadores y el resto de residentes) con el objetivo de iniciar formalmente la tramitación de la declaración de la reserva ante el Ministerio de Medio Ambiente.