A oscuras y sin animación: este es el aspecto que presentaba este martes BCM. | M. À. Cañellas

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Apenas pones un pie en Magaluf y ya percibes que no todo va como antes en los negocios que envuelven a la discoteca BCM. Adviertes que el temor por la persistencia de su cierre es general. Tomas una café y entablas conversación con uno de los trabajadores de un restaurante y lo primero que surge es que toda la calle se va a resentir si BCM no abre pronto. Te dicen que muchos turistas interrogan: «¿Cuándo va a abrir?». No se sabe. De momento está cerrada a la espera de recibir licencias y subsanar irregularidades urbanísticas.

Recorres unos metros, entras en un supermercado y preguntas, y es más de lo mismo. Incluso te dicen que esto va a ser «muy malo» para todos los negocios de la zona, no sólo para los de la hostelería. Y es que muchos pivotan sobre este centro de la noche de Magaluf, son muchos los que viven de ello. Señalan que «no sabemos lo que hizo el dueño, pero mantener la discoteca cerrada no va a ser nada bueno».

La sensación general es que el tema va para largo, algo que perjudica a todos: bares, restaurantes, salones recreativos, tiendas de souvenirs, supermercados... Un sinfín de establecimientos comerciales que han subsistido de lo que dejaban los turistas y visitantes de Magaluf atraídos por la diversión de la noche.

Uno de los sectores que más se quejan de la situación es el de los taxistas. Juan Antonio Lara dice que está todo parado «casi no hay movimiento. Hay locales en la parte de atrás de la discoteca que han cerrado. Esto provoca que se desplace todo hacia Punta Ballena, con los problemas que después trae». La masificación en este lugar ya ha provocado todo tipo de incidentes.

Hay coincidencia unánime en que el cierre puede ser muy malo para esta temporada. Otro profesional del taxi, Dani Molina, dice que afecta especialmente a los que trabajan en la noche y asegura: «La gente que viene de fuera viene a BCM». Otro taxista, Iván Blázquez, nos cuenta que los turistas que acaba de traer a Magaluf le han preguntado precisamente por cuándo se va a abrir la discoteca. «De cara a la noche hay menos trabajo para nosotros, eso está claro», añade.

No hay duda para ninguno de los trabajadores que nos encontramos en la zona que la actividad ha bajado. Toda la calle donde se ubica BCM lo ha notado.

Incluso los hay que van más allá y que no sólo se refieren a lo que está por venir, sino a lo que ya ha pasado. «Muchos trabajadores han perdido su puesto de trabajo. Y también está la gente que trabajaba en BCM, que ahora están en el paro».

En el ambiente se nota, hay cierto decaimiento, no es el habitual bullicio que debe apreciarse en un rincón como éste. Y sí, es casi imposible no preguntarse ‘¿cuándo abrirá BCM?’