Medi Ambient limpia el Torrent de Pareis. | Antoni Pol

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El Consorcio de la Serra de Tramuntana considera que la declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco en la categoría de paisaje cultural «no se encuentra en peligro» por el conflicto entre el Govern y el Ayuntamiento de Escorca en relación con la acumulación de basura en el torrente de Pareis.

La entidad ha recordado que la Tramuntana está formada por 19 municipios y se extiende más de 1.000 kilómetros cuadrados, y que Sa Calobra se encuentra situada en la zona de amortiguación y, por tanto, no forma parte de la zona núcleo de la sierra declarado Patrimonio Mundial, ha informado el Consell de Mallorca en un comunicado.

El Consorcio de la Serra de Tramuntana considera que la Declaración de Patrimonio Mundial sigue vigente y no se encuentra en peligro a raíz del conflicto surgido por el vertido descontrolado de basura en el torrente de Pareis.

Según el Consell de Mallorca, en los últimos años, UNESCO ha considerado que se encontraba en peligro la declaración de Patrimonio Mundial en algunos lugares.

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Ha precisado que es algo que suele darse por actuaciones urbanísticas que transforman de manera significativa e irreversible el lugar declarado, como es el caso de Viena o Dresde, y otros lugares afectados por guerras y fundamentalismos religiosos como la ciudad de Tombuctú o los budas gigantes de Afganistán.

«No parece el caso de Sa Calobra», insiste la nota, y añade que las discrepancias entre la Conselleria de Medio Ambiente y el ayuntamiento de Escorca son «un conflicto puntual y eventual entre ambas instituciones».

El Consorcio de la Sierra de Tramuntana considera que, pese a no estar en peligro la Declaración de la Serra de Tramuntana como Patrimonio Mundial, este conflicto afecta no sólo al Ayuntamiento de Escorca si no al conjunto de la isla «ya que un paraje natural tan emblemático como Sa Calobra no puede dar esta imagen».

La Serra de Tramuntana fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 2011, como ejemplo de paisaje agrícola mediterráneo, convertido en un paisaje productivo y bien adaptado a los asentamientos humanos, con siglos de transformaciones para explotar los escasos recursos naturales disponibles.

Su sistema de bancales, de pared seca, su red articulada para el aprovechamiento del agua y la red de caminos empedrados, entre otros elementos, hacen de la sierra mallorquina un paisaje cultural que, fruto de la mano del hombre, es único en el mundo.