En un comunicado, el PP ha señalado que sólo en multas el equipo de gobierno «prevé incrementar la recaudación un 40 por ciento», lo que se traduce en 150.000 euros más que en 2017.
En cuanto a las multas por infracciones urbanísticas, se prevé una subida del 230 por ciento y la conocida popularmente como contribución se incrementa en 300.000 euros, «eso, pese al compromiso del alcalde en bajarla en 575.000 euros», según ha denunciado el PP.
«La obsesión recaudatoria del Ayuntamiento es totalmente alarmante», ha criticado el portavoz del Grupo Municipal Popular, Xisco Ferrà, que considera «irrisorio» que el alcalde «se excuse en que los ciudadanos infringen ahora más la ley».
El portavoz ha recordado que el PP solicitó en 2016 bajar la contribución urbana al máximo pero la propuesta fue votada en contra por todos los grupos del equipo de gobierno -MÉS, PSIB y Guanyem-.
«En lugar de bajar la presión fiscal a los 'marratxiners' lo que hacen es incrementarla», ha reprochado Ferrà, que ha esperado que al menos «el aumento de la partida en Servicios Sociales sirva para mejorar los problemas actuales del servicio de ayuda a domicilio».
En la sesión plenaria del miércoles, el PP de Marratxí también ha exigido al consistorio «soluciones urgentes» por el «agravio de las deficiencias en las instalaciones deportivas de Son Caulelles», en Pòrtol.
El alcalde Joan Francesc Canyelles ha respondido comprometiéndose a arreglar los banquillos y pasar la factura a la nueva concesionaria porque «la empresa lo puso como mejora en el pliego que le hizo ganar la concesión», según ha informado el PP.
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