Una decena de farolas iluminan la rotonda de entrada a Lloseta. | Antoni Pol

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El Consell de Mallorca desestimará la petición de la Comissió de Medi Ambient e iluminará la rotonda elevada proyectada en el nuevo enlace de la autopista de Inca con los polígonos de Consell y Son Llaüt. «Se instalarán luces LED, que consumen menos y generan una menor contaminación lumínica. Se hace por razones de seguridad: una rotonda requiere iluminación», indicaron fuentes del departamento de Carreteres a este periódico.

Al analizar el impacto ambiental del nuevo enlace, la Comissió de Medi Ambient recordó al departamento de Territori i Infraestructures (que dirige Mercedes Garrido) que en las zonas rurales la ausencia de luz es «lo deseable» y que la normativa actual no obliga a iluminar las rotondas. Por ello, le pedía que dejara esa rotonda sin iluminar, si bien añadía que, en caso de que fuera «completamente necesario» iluminarla, instalara luminarias del tipo E1, que son las establecidas para los entornos de parques nacionales y observatorios astronómicos.

El Consell no especifica si instalará dichas farolas en la nueva rotonda, pero asegura que no iluminarla «sería un suicidio».

Más preocupado por el consumo de territorio o la presión humana, la contaminación lumínica no parece figurar entre las prioridades del ecologismo balear. Sin embargo, la proliferación de puntos de luz en zonas naturalmente oscuras es una realidad. Con sus altas y a menudo potentes luminarias, los enlaces de la autopista y demás nudos viarios constituyen uno de los principales focos de contaminación lumínica en el Archipiélago.