Proyectan una rotonda y un nuevo itinerario peatonal en el acceso norte de Selva

Se trata, de una parte, de la reordenación del nuevo acceso norte desde la carretera de Lluc y, de otra, de la reforma integral de la Plaça Major, que en verano pasó a ser semipeatonal.

Juntas, las dos actuaciones suman una inversión de más de un millón de euros, que se pagarán con la ayuda de los fondos de turismo sostenible. Se prevé que las obras comiencen una vez acabada la temporada turística.
Así lo explicó ayer la regidora de Urbanismo de Selva, Joana Maria Coll. «La idea de la reforma del acceso norte a Selva es la de unir todos los núcleos peatonalmente para que cualquier viandante pueda cruzar el pueblo sin necesidad de bajarse de una acera», dijo.

El proyecto contempla la construcción de una rotonda entre el aparcamiento de Kollflex y el cementerio municipal y la creación de una acera adosada al vial para vehículos en todo el recorrido hasta el interior. A lo largo de todo el tramo se prevé soterrar el cableado, tanto de telefonía como eléctrico, dado que los postes existentes ahora dificultaban el tráfico poniendo en riesgo la seguridad de los viandantes en una zona de alta densidad de vehículos.

En la Plaça Major las obras previstas adaptan el espacio a la nueva realidad en la que los viandantes tienen prioridad sobre los coches. Se suprimen las barreras arquitectónicas y se renuevan el mobiliario y la jardinería.

La reforma de las infraestructuras responde a los cambios circulatorios y de movilidad impulsados desde hace un año. El acceso norte al pueblo ya no discurre por la calle Germanes Sastre Font, que ahora es exclusivamente de salida, sino que se realiza desde la entrada del cementerio. En la Plaça Major solo se permite el paso de vehículos de 8 a 15 horas. Está permitido el estacionamiento solo en dicho horario, un máximo de media hora.