El cordero no es ni mucho menos el protagonista en la procesión de las Àguiles, pero sí un elemento tradicional. Sant Joan Pelós lo porta en su zurrón durante la procesión y los bailes. | Redacción Part Forana

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El rector de Pollença, Xisco Vicens, propondrá a la Conselleria d’Agricultura i Medi Ambient que un veterinario custodie la procesión de las Àguiles del próximo domingo para poder mantener así la presencia del cordero vivo en la fiesta; presencia prohibida este año por el Govern a raíz de la entrada en vigor de la llamada ley de toros ‘a la balear’.

El rector consiguió hace un año celebrar la procesión con el corderillo dentro del zurrón de Sant Joan Pelós tras bucear en los archivos parroquiales hasta demostrar que la presencia del animal vivo tenía una antigüedad ininterrumpida de más de cien años.

Desde la entrada en vigor de la nueva ley, la antigüedad demostrada no exime por sí sola de la prohibición de usar animales vivos en las celebraciones en las que son susceptibles de padecer sufrimiento. Existe un listado de fiestas en las que el uso de animales sí está permitido, pero la procesión de las Àguiles de Pollença (única en Mallorca) no está incluida en ese listado.

El Govern envió el viernes un escrito al Ajuntament advirtiéndole de la situación después de que los animalistas denunciaran el caso aportando un informe veterinario que sostiene que la agitación que experimenta el cordero durante el baile de Sant Joan Pelós le causa sufrimiento.

El rector, convencido de que el animal no sufre en la procesión, aboga por que sea un perito quien supervise la celebración y evalúe la salud del cordero antes y después de la celebración. La idea es que emita posteriormente un informe «que tenga una base empírica y que no se trate de una cuestión de ideología», dice.