El complejo deportivo ubicado en Maioris cuenta desde hace diez años con los servicios de una ludoteca en su interior con capacidad para unos cincuenta niños. Con el cambio de propiedad se ha reclamado el cierre de las instalaciones alegando una serie de incumplimientos. | Pere Bota

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Las discrepancias entre la dirección del centro deportivo Fitt Sport Maioris y la directora de la ludoteca PequeGym Maioris –ubicada en el interior las dependencias del mencionado centro deportivo– dejaron este viernes a cincuenta niños sin clase en Maioris Décima, urbanización situada en el municipio de Llucmajor.

Tras el cambio de propiedad del complejo polideportivo Fitt Sport Maioris, los nuevos responsables han alegado que existen deficiencias e incumplimientos en el espacio dirigido por Beatriz Llorent y le han obligado a denegar la entrada a cualquier menor en el centro. En la tarde de este viernes y tras minutos de tensión entre los padres, la directora y los responsables del complejo deportivo, se optó por celebrar una reunión entre las dos partes en litigio –propiedad y dirección– junto con sus respectivos abogados. Dicha ludoteca, que ya lleva diez años en funcionamiento, no cuenta con ninguna denuncia municipal y tampoco hay constancia de quejas por parte de los padres de los niños. La directora del centro indica que «con la entrada de los nuevos responsables hace unos meses empezaron las coacciones para que me marchara. No querían hacerse cargo de los contratos de alquiler, tanto del bar como la ludoteca».

Llorent también señala que «hace unas semanas ya tuvimos una reunión y acordamos que hasta el 22 de junio podrían utilizar las dependencias. Y esta mañana me he encontrado un papel señalando que ni yo ni mis clientes podíamos entrar». Se trata de un documento firmado por la propiedad de las instalaciones deportivas en las que se ubica la ludoteca en el que se detallan «los motivos de la interrupción taxativa» del servicio. Señalan que «el uso de la sala debía ser para ludoteca, jamas de guardería o escoleta».

Aluden al «exceso de aforo, deficiencias higiénico–sanitarias, falta de un seguro de responsabilidad civil, ubicación de menores de tres años en una sala en planta sótano, incumplimiento de la legislación laboral, falta de licencia fiscal o falta de licencia de apertura», entre otros motivos.

Los padres muestran en todo momento su apoyo a la directora, ya que «estamos muy contentos del funcionamiento. Lo que no entendemos es que la dirección del complejo haya optado por un cierre sin ir por las vías legales», señalaba este viernes una madre afectada. Fuentes del Consistorio llucmajorer manifestaron conocer la situación de forma extraoficial y, a la vez, señalaron la inexistencia de alguna denuncia en el Ajuntament o ante la Policía Local sobre este espacio del complejo deportivo de Maioris, motivo por el cual no se había producido ninguna inspección o actuación al respecto.