Pere Rotger, que fue alcalde de Inca, ha optado por la renuncia ante la grave crisis. | Maria Nadal

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El que fuera alcalde de Inca durante 15 años, Pere Rotger, ha dimitido como presidente de la Fundació Patronat Joan XXIII después de vivir una fuerte crisis interna entre trabajadores, la gerente y una parte de la junta directiva.

Rotger asumió el cargo de la entidad sin ánimo de lucro el pasado mes de mayo y lo hizo con «ilusión y con muchas ganas de trabajar». Aún así, y cinco meses después, ha presentado su carta de dimisión, junto al secretario de la entidad, por no «haber conseguido una junta directiva homogénea, lo cual ha impedido avanzar con sentido de equipo de trabajo para hacer frente a los numerosos retos que tiene el Patronato».

El mayor problema ha radicado en la contratación de una gerente, poco antes de la llegada de Rotger, que no ha gustado a los trabajadores. Ante las peticiones de la gerente, los empleados convocaron una asamblea durante la que 104 trabajadores (de un total de 180) aprobaron pedir la dimisión de la gerente.

Después de intentar poner paz entre las dos partes sin conseguirlo, Rotger elevó el problema a la junta directiva que cesó a la gerente. En la misma reunión, el entonces presidente pidió un margen de dos meses para enderezar la situación, pero «no tuve apoyo de parte de la junta», explicó Rotger.

Ante esta situación, y otros problemas que no explicó, Pere Rotger presentó su dimisión.

«No he podido formar un buen equipo de trabajo por lo que no he superado la fuerte crisis interna», sentenció Rotger.