Una casa de 6 plazas situada en la zona de Son Morei, en Muro, dedicada al alquiler turístico vacacional. | Maria Nadal

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Es evidente que el alquiler vacacional de viviendas se ha convertido en los últimos años en Mallorca en un negocio capaz de mover millones de euros. En este contexto, la FESV (Federación de Estancias Turísticas Vacacionales) está organizando para finales de invierno una feria específicamente destinada a los propietarios de casas que se dedican a este negocio.

En la feria habrá touroperadores especializados en este sector del turismo y «todo lo relacionado con el alquiler turístico vacacional», indicó Jordi Cerdó, el presidente de la FESV. Cerdó detalló que el evento dispondrá de puestos de venta de productos sobre el mantenimiento de piscinas, de compañías eléctricas que ofertarán tarifas especiales a este tipo de clientes, del sector de la energía solar (para aquellas viviendas situadas en rústico que no disponen todavía de suministro), etcétera.

Los propietarios de casas que hacen alquiler turístico externalizan a menudo parte del servicio. Es el caso de la limpieza (de cada vez aparecen más empresas que se dedican a ello), de las entradas y salidas de clientes, del papeleo administrativo (mediante gestorías o asesoramiento jurídico con abogados)... Todos estos servicios que pueden interesar a los propietarios de casas estarán presentes en la feria, señaló Cerdó: «A nosotros nos interesan los propietarios, es una feria para ellos».

La feria, que se celebrará el 14 y el 15 de marzo en Binicomprat (Algaida), incluirá asimismo un foro con la participación de personalidades del ámbito turístico en el que se analizará y se hará balance del sector y con ponencias por parte de profesionales de interés para los propietarios de inmuebles.
Un negocio en alza

Aunque anteriormente se restringía al área de Pollença, el alquiler turístico vacacional es un negocio al alza en todo el Archipiélago. Según la Conselleria de Turismo, actualmente se ofertan cerca de 15.000 plazas, pero entidades ecologistas han elevado esta cifra hasta las 135.000.

Por otro lado, Jordi Cerdó expresó su malestar con la «desinformación» del Govern respecto al destino del dinero recaudado con el impuesto de turismo sostenible. «Los clientes nos preguntan a dónde va este dinero. No se oponen a pagar, pero quieren saber qué se hace. Considero que la Conselleria de Turismo debería informar y hacer folletos explicativos, por ejemplo, dando cuenta de las iniciativas que se ponen en marcha. Si no sabes qué se hace, no lo pagas con gusto», indicó.

Cerdó criticó también el «alarmismo» que, a su juicio, se hace al afirmarse que el 90 por ciento de casas que hacen alquiler turístico podrían cerrar a raíz de las nuevas exigencias de eficiencia energética. En este sentido, Cerdó indicó que «no se puede reclamar» su aplicación a los que obtuvieron la licencia antes de que se aprobara esta normativa.