Trabajadores afectados por el ERE de Cemex y extrabajadores que se concentraron en la fábrica de Lloseta para secundar la Huelga expresaron su opinión sobre los despidos y recolocaciones. | Lola Olmo

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Los trabajadores de Cemex secundaron este lunes la huelga de 24 horas convocada por los sindicatos en protesta por el cierre de las fábricas que la cementera mexicana gestiona en Lloseta y en Gádor (Almería) y el consecuente despido que amenaza a 188 empleados entre ambos centros de trabajo, 85 de ellos en Mallorca.

La jornada de huelga de 24 horas fue secundada también por todo el personal de la fábrica de Lloseta, que cuenta con 98 trabajadores, de los cuales 85 están afectados por el ERE y ven amenazados sus puestos de trabajo.

A lo largo de la jornada, los trabajadores en huelga fueron yendo y viniendo de la fábrica, en cuyo aparcamiento celebraron una comida de paella a modo de compañerismo, aunque la procesión iba por dentro. Muchos de los afectados tienen pocas esperanzas de salir bien parados de esta situación, pues al ser su trabajo tan específico y su edad alta, no ven posibilidades de resituarse en el mercado laboral. Así varios algunos trabajadores afectados y extrabajadores dieron su opinión ante esta situación

Desarraigo

Tomeu Capó, de 48 años, lleva 21 trabajando en la cementera de Lloseta y representa al sector más vulnerable de los afectados por el ERE. Casado, con cuatro hijos, de 4, 9, 11 y 17 años, el mayor a punto de ir a la Universidad, debe escoger entre el paro a una edad difícil para encontrar trabajo, o solicitar un empleo en otro centro de Cemex en la Península y dejar aquí a su familia. «¿Cómo voy a coger un puesto fuera y dejar aquí mujer y 4 hijos?», setenció Capó.

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Exempleada

«He venido a apoyar a los compañeros, que me ayudaron a mi también en mis últimos años de trabajo». Martina Frontera trabajó durante 40 años en la fábrica de Lloseta. En el ERE de 2013 se autonominó para salvar el puesto de otro trabajador de la central de Alcanar.

«Yo ya tenía 55 años y me podía acoger a la prejubilación, otros no tenían esta opción. Hoy estoy aquí para apoyar a la gente que me ayudó con su humildad a sobrellevar los últimos 10 años, que fueron terribles».

Recolocación

Albert F. Pratdesaba tiene 39 años y es de Barcelona. «Es la tercera fábrica de Cemex en la que trabajo y luego la cierran».

En los 14 años que lleva trabajando para Cemex se ha ido recolocando cada vez que la compañía cerraba la fábrica en la que él trabajaba, primero fue San Feliu de Llobregat, después Alcanar y ahora, la de Lloseta. «Me destinaron aquí con una rebaja del 56% del sueldo, ahora tengo pareja en Mallorca y no me pienso volver a ir, buscaré trabajo de jardinero», explica Pratdesaba.