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La Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca ha tramitado a la Fiscalía de las Islas dos expedientes administrativos relativos al bar ilegal de Cala Varques para que se estudie un posible delito de desobediencia por parte del propietario de esta instalación.

La decisión ha sido tomada después de que el propietario se negara a desmontarla hasta en tres ocasiones, en virtud de la resolución de conseller del ramo, Vicenç Vidal, donde se adoptaban medidas provisionales urgentes.

Dichas medidas consistían en la retirada de las instalaciones, el cese de la actividad de venta de bebidas y comida, así como del depósito de los bienes muebles asociados a esta actividad.

En este sentido, el documento advertía al responsable que se abstuviera de llevar a cabo la instalación de la cantina sin las autorizaciones respectivas, «advirtiéndolo que la desobediencia podía dar lugar a la correspondiente responsabilidad penal o administrativa».
Agentes de medio ambiente han levantado diez actas entre los días 13 y 27 de abril donde se constata que el bar no ha sido desmontado y, concretamente, en tres de estas se refleja que el propietario manifiesta explícitamente que no lo desmontará.

El individuo ha alegado, en varias ocasiones, que la cantina es su domicilio y, por lo tanto, los agentes de medio ambiente no pueden hacer nada, dado que pasa a ser una competencia de la Demarcación de Costas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, porque se trata del dominio público maritimoterrestre.