La barbacoa fue instalada tras unos matorrales, a escasos metros de la orilla del mar. | Michel's

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El uso al antojo de cada cual del dominio público se ha convertido en un fenómeno habitual en la costa mallorquina. El último caso de escándalo se produjo el sábado en Cala Egos (Andratx) cuando un grupo de 25 ciudadanos alemanes montaron una torrada a escasos metros de la orilla del mar, en una zona protegida de la Serra, situada entre el Port d'Andratx y Sant Elm.

Los infractores llegaron hasta la cala en varios vehículos todoterreno –que estacionaron sobre la misma orilla del mar– cargados con una barbacoa tipo americana de gas butano, un generador eléctrico alimentado de gasoil, varias mesas y decenas de sillas.

Tras tener constancia de los hechos, la Guardia Civil se dirigió hasta Cala Egos y advirtió al grupo de teutones de que está prohibido hacer barbacoas en el dominio público y, mucho menos, en entornos naturales como el citado. Sin embargo, el aviso les entró por un oído y les salió por el otro: horas más tarde, la Benemérita, acompañada de agentes de la Policía Local y de Ports, volvió al lugar y comprobaron como los alemanes habían continuado adelante con la fiesta haciendo caso omiso a la advertencia previa.

En consecuencia, fueron todos identificados y denunciados por un presunto delito ambiental y otro de desobediencia a la autoridad.