La opción de compra (de la que ni la familia Morató ni Colonya han querido dar cifras, pero que rondaría el millón de euros según algunas fuentes) está condicionada a que el Ajuntament de Pollença y el Consell de Mallorca tramiten las modificaciones urbanísticas suficientes para permitir los nuevos usos y la rehabilitación del Bien Catalogado que desde la aprobación de la Ley de Urbanismo de les Illes Balears ha quedado en suelo rústico sin régimen jurídico consignado.
Así lo confirmó este jueves Pep Cifre, presidente de Colonya, que estima que en el mejor de los casos la recuperación del conjunto industrial requerirá una inversión adicional de entre 7 y 8 millones de euros. Para la reconversión del edificio Colonya convocará un concurso de ideas.
Cifre explica que «Colonya podría haber elegido hacer un edificio de nueva planta a menor coste en el polígono pero la recuperación de Can Morató supondrá la recuperación de un bien de algo valor patrimonial, un edificio singular especialmente protegido que forma parte del paisaje y el patrimonio histórico industrial de Pollença y de las Balears».
Inaugurada en 1922, la fábrica de tapices de Can Morató mantuvo su actividad industrial hasta 1967. En sus años de mayor esplendor llegó a vender alfombras a la Casa Blanca pero, tras su cierre, entró en una imparable espiral de degradación. El Ajuntament de Pollença había decretado al menos en dos ocasiones, órdenes de ejecución para asegurar el edificio que sufría riesgo de derrumbes.
El vínculo de Colonya con la fábrica de tapices no es nuevo. En 1991 la fundación ya rindió un homenaje a la industria con la exposición Can Morató-La fábrica en el record.
Este jueves el presidente de Colonya, Pep Cifre, comparó los planes de rehabilitación de Can Morató con el proyecto de reconversión del Sindicat de Felanitx. En el caso de Pollença los fondos que servirán para la compra y rehabilitación del Bien Industrial Catalogado, no procederán de las administraciones públicas sino de los recursos propios generados por los clientes que apuestan por la banca ética.
Las negociaciones hasta lograr la firma de la opción de compra no han sido fáciles. Se han prolongado durante nuevo meses en los que se ha mantenido una discreción absoluta.
El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre (Tots), agradeció ayer la discreción y el compromiso de todos los grupos políticos y confirmó que llevará al próximo pleno la modificación puntual de la normativa urbanística que permitirá dar luz verde al proyecto.
7 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Colanya es una entidad etica, pero sin ninguna duda a sido el puntal de los empresarios de cafes i restaurantes De las plazas del pueblo a partes iguales a las casitas de aperos ilegales que se transformaron en chalets turisticos, todo un boom de fer doblers. Ahora bien en Pollensa todos somos de izquierdas hasta los de u molinet. Can pontico y ternelles. Claro claro. En fin un pueblo de mucha cultura. Cultos y devotos.
Crec que m'en duré el compte corrent i la llibreta d'estalvis a la Caixa Colonya, perque els tenc a Bankia i darrerament, amb tantes oficines que ha tancat aquesta entitat i tants d'empleats acomiadats, si tens un problema t'has de passar tot un dematí fent coa. I si fas una operació per internet, la seva web no té potència per a tantíssima gent que opera al mateix temps, no I se torba molt, a més de que estan suprimint molts avantatges que teniem amb Sa Nostra i després amb BMN i així, amb totes le ganàncies i avantatges per ells. no anam a enlloc. I a més, Colonya és una banca ètica, que no participa de la venta d'armes i altres negocis obscurs, així com de les poques que no deu doblers als ciutadans perque no va necessitar ser rescatada.
Tenemos la gran suerte de contar con Colonya, una de las dos cajas de ahorros que todavía perduran en España. Los beneficios de las cajas se destinan a obra social y cultural. Al desaparecer la mayoría de las cajas se perdió esa gran aportación, que los bancos, en contra, destinan a sus accionistas. Cuando se privatizaron las cajas, con ellas también nos usurparon sus bienes, como el edificio Ramón Llull que pertenecía a la obra social de Sa Nostra y que debería ser inmediatamente devuelto a la sociedad balear. Decirle a @July Chuches que Can Moratón cerró en 1967, y en esa fecha en Europa todavía no había despegado Ikea, aunque si ya se había adaptado a un nuevo modelo de negocio. Las empresas que perduran son las que se van adaptando a los nuevos retos y necesidades, que es lo que precisamente hizo Ikea. Todo es efímero en la empresa.
bona feina!! referent a lentrade de pollensa, s'ha de fer algo guapo!! ara pensau amb les empreses locals que duguin a terme u projecte!
Sin duda una buena noticia para Pollença, aunque pienso que debería haber sido el Ajuntament quien hubiera realizado la compra para el pueblo. Un hotel rural sería una buena opción, que crearía empleo y ayudaría a la economía que tanto ha castigado este Govern en Pollença.
Me parece una idea magnífica y deseo que el proyecto se lleve a cabo con éxito.
Pero la gente ya no compra alfombras?? Aaaah si que las compra pero en IKEA por cuatro duros fabricadas en países del tercer mundo... Que delicia la globalización...