Según ha informado el GOB este sábado en una nota de prensa, con esta publicación Santa María se encuentran ante un caso de desarrollo urbanístico «descomunal» vía Unidades de Actuación que planteamientos urbanísticos obsoletos no han desclasificado.
En este sentido, ha explicado que el Ayuntamiento cuenta con unas Normas Subsidiarias de 1988 --con un texto rehecho de 1996-- sin índices residenciales y con mucho crecimiento previsto en suelo urbano a través de las Unidades de Actuación.
Es el caso de la UA-III de más de 64.000 metros cuadrados, de los que más de 45.000 son edificables, al que va a tener que hacer frente sin tener garantizados, ha asegurado la entidad ecologista, servicios y dotaciones necesarias, con la proyección de una nueva vía de ronda y sin aprobación del catálogo de protección.
Una situación que, según el GOB, se podría haber evitado dado que hasta diciembre de 2018 los ayuntamientos dispusieron de la LUIB, que ofrecía a los mismos la posibilidad de desclasificar urbanizables no desarrollados a través de la Disposición Transitoria Undécima. Todo sin que la desclasificación supusiera ningún tipo de indemnización.
Por eso, ha insistido en la necesidad de que los ayuntamientos actualicen sus planteamientos y desclasifiquen los nuevos desarrollos proyectados. Pues, para el GOB «con la normativa sobrevenida, la situación de estrés y la sobreexplotación de recursos no tiene ningún sentido que se acaben desarrollando».
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Si pensamos en la España vacía y envejecida, no se debería alertar sobre el crecimiento, sino anunciarlo y, tal vez, felicitarse por ello. No creo que Santa Maria esté congestionada como Palma. A veces pecamos por exceso de pesimismo, alarmismo o catastrofismo.