El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo (Convergència) defiende que retirar las alusiones a las contribuciones de Joan March al bando nacional, bastan por sí solas para cumplir con la Llei de Memòria Democràtica aprobada la pasada legislatura, sin necesidad de retirarle el título de hijo ilustre. «Es como quitar la placa que había en el monumento de sa Faxina, no es necesario quitar el monumento y hay jurisprudencia que así lo señala», dice.
«Inteligencia y filantropía»
Monjo coincide con el letrado Miquel Ramis Ayreflor (contratado por el Ajuntament para hacer un informe jurídico sobre la legalidad del título) en que la distinción de March se fundamenta en dos causas: «su inteligencia y posición preminente en el ámbito nacional y en el extranjero (se entiende que como figura del mundo financiero) y su contribución filantrópica (en nombre la Fundació Joan March)».
Cabe recordar que, tras la aprobación de la Llei de Memòria Democràtica la legislatura pasada, la Conselleria de Cultura solicitó al Ajuntament de Santa Margalida copia del acuerdo de nombramiento del 20 de noviembre de 1956. Pasados unos meses sin obtener respuesta, el Govern envió un nuevo escrito al Consistorio reprochándole que no le había remitido la copia del acuerdo plenario e instó a la retirada de su consideración como Hijo Ilustre. Seis días antes de recibir este segundo escrito el alcalde Monjo ya había iniciado el expediente de revisión del nombramiento como Hijo Ilustre a Joan March Ordinas, cuya resolución eleva ahora a pleno.
Tras la comisión informativa celebrada este jueves, en la que el alcalde dio cuenta al resto de grupos políticos de la propuesta que elevará al pleno el martes, Suma (en la oposición) acusa a Joan Monjo de «blanquear» al Hijo Ilustre de la Vila. «El objetivo es modificar el título de hijo ilustre de Joan March que se hizo en 1956 por parte de un ayuntamiento no democrático, eliminando toda mención que haga referencia a la exaltación del Movimiento Nacional y a la colaboración de Verga con el régimen franquista», dice la coalición de izquierdas.
Suma opina que se «confirma una obviedad que ya hace mucho tiempo que denunciábamos y que es que el nombramiento contraviene clarísimamente lo que establecen la ley estatal de Memoria Histórica y la ley autonómica de Memòria Democrática».
Para que la propuesta de Monjo salga adelante le basta el apoyo de sus socios de gobierno del PP. El del martes será su primer pleno como alcalde desde que relevara en el cargo al ‘popular' Martí Torres hace una semana.
16 comentarios
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Claro que no estamos en una democracia verdadera, las instituciones repletas de comisarios políticos progres. Hace falta mucho zotal
Qué poca Vergüenza,viva el trinque,y el Percebreo.
Així es renta i es blanqueja el feixisme per aquí, per això encara en fa olor per totes les institucions, perquè quan fan net de fatxes no fan net del tot i sempre queda alguna cosa. Per això vivim en el postfranquisme i estam enfora de ser una democràcia de veritat
Si se destapase a todos los padres y abuelos que simpatizaron y medraron con Franco de muchos politicos de izquierdas hoy, llenariamos las calles de la ciudad. Que hagan con March lo que quieran, él no lo lamentara. ¡¡Vaya pandilla!!.
Se encontrará con la Ley,de todas maneras ésto es una estrategia de Despisté,por cierto ya ha legalizado las Obras de Muro.y del otro no vale la Pena hablar,
Es INCREÍBLE como se cambia la historia y algunos o muchos , se aprovechan de la seudo historia.actual.Es muy fácil reescribirla después de mas de 80 años.Estudiando y SABER del pasado, es la única forma de saberla en su verdad y sin que nadie se aproveche de la historia de ambos personajes a su gusto y antojo.
El ultimo pirata del Mediterráneo...
No se puede de ninguna manera declara hijo ilustre, ni de la comunidad de vecinos, a alguien prófugo de la justicia.
No entro en la figura de Joan March, pero mi reflexión es que cuando tu nombras a alguien hijo ilustre, no estas cometiendo una injusticia con el resto de vileros. Yo creo que todos los vileros de ahora y siempre merecen esta distinción.
Francesc Cambó se enriqueció mucho con la desgermanización de empresas argentinas, tras el Tratado de Versalles. Joan March se aprovechó de la autarquía franquista que limitaba al 49 % las participaciones extranjeras en las empresas. Dicha "españolización" legal le permitió tomar el control de empresas importantes.