El Concurso convocado por la Fundació Colonya para reconvertir la vieja fábrica de tapices de Can Morató en Pollença en su sede social y centro sociocultural de referencia, ha recibido una Avalancha de solicitudes que sobrepasa todas sus expectativas previas.
Aunque uno de los requisitos imprescindibles para participar del proceso era que en cada equipo hubiera algún arquitecto colegiado en Baleares, eso no ha impedido que se cuelen entre los finalistas varios nombres destacados de la arquitectura de fuera de las Islas y es que son muchos los equipos externos que se han asociado con colegiados locales para participar de un proyecto ambicioso y emblemático desde el punto de vista patrimonial.
Preselección
Se han presentado 42 equipos a la convocatoria de los que han sido seleccionados 14 en la primera fase, entre ellos grandes referencias del mundo de la arquitectura y el patrimonio a nivel nacional e internacional. Es el caso por ejemplo del equipo liderado por Lluís Dilmé y Romagós y Xavier Fabré que en 1994 (junto con Ignasi de Solà-Morales Eulàlia Serra) dirigieron el proyecto de reconstrucción del gran Teatro del Liceo de Barcelona por el que obtuvieron el Premio Nacional de Patrimonio Cultural, concedido por la Generalidad de Catalunya.
Entre los seleccionados está también el estudio BAAS de arquitectura y diseño fundado por Jordi Badia en 1994 que ha recibido prestigiosos premios (Premios FAD, Premio Ciudad de Barcelona 2009...) y que destaca además por la difusión en publicaciones especializadas (Architectural Review, El Croquis, A+U, Casabella); o el estudio de Carme Pinós, encargado de la rehabilitación del emblemático hotel Son Brull de Pollença.
«Esperábamos que se presentaran unos 20 o 25 equipos, pero es cierto que alargamos los plazos durante la declaración del estado de alarma y el número de participantes se disparó en los días del confinamiento», explica Biel Bauzà, director general de Colonya.
Colonya, Caixa d'Estalvis de Pollença, firmó a principios de año una opción de compra para adquirir la vieja fábrica de tapices de Can Morató en Pollença y reconvertirla en un centro sociocultural de referencia que acogerá también la sede central de la fundación y los servicios centrales de la banca ética.
La opción de compra (de la que ni la familia Morató ni Colonya han querido dar cifras, pero que rondaría el millón de euros según algunas fuentes) está condicionada a que el Ajuntament y el Consell tramiten las modificaciones urbanísticas suficientes para permitir los nuevos usos y la rehabilitación del Bien Catalogado que desde la aprobación de la Ley de Urbanismo de les Illes Balears ha quedado en suelo rústico sin régimen jurídico consignado.
El cambio normativo está pendiente en estos momentos de que recursos Hídricos emita su informe preceptivo.
19 comentarios
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En Mallorca, tuvimos la originalidad de elegir, para Can Domenge, el proyecto más caro, pero no resultó impune ante los tribunales.
Urge encontrar un proyecto para la abandonada Fonda Femenías de Manacor de valor arquitectónica sobre todo su "loggia" de arcos.
y el ganador es: el que pague más, el más enchufado etc etc.
Como son tan importantes tendrán autorización de todos los estamentos artísticos para dejar el edificio sin que lo reconozca la madre que lo parió y tildaran de analfabetos a los que lo critique porque ellos unen lo nuevo con lo moderno
Para nada
La bodega cooperativa de Felanitx tiene sus pegas, como la distancia del centro, como su gran superficie misma que excluye bastantes proyectos, a la diferencia de Can Morató con su formato más razonable..
Este edificio no es la bodega cooperativa de Felanitx, está que se cae a cachos. Solo se salva ese frontal de la foto y para cogerlo con pinzas. Vaya trabajo les espera...
En Baleares tenemos la ventaja de acoger varias sedes bancarias, como Banca March, Caixa Colònya, Banco San Paolo, La Caixa-Criteria.
@senseseny...... Idò, això mateix, es teu nick.
Si las paredes hablasen...