El prior Marià Gastalver, el sacerdote Toni Burguera y el diácono Toni Fernández y el exprior Ricard Janer, estuvieron arropados por el obispo, Sebastià Taltavull, el cura Santiago Cortés, el alcalde de Escorca, Antoni Solivellas y representantes de las asociaciones de Antics Blauets de Lluc y del Güell a Lluc a peu. | Redacción Part Forana
El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, presidió este domingo una Diada de Lluc muy distinta a la de hace apenas un año, cuando miles de mallorquines acudieron a la fiesta de la Mare de Déu de Lluc, coincidiendo con la despedida de los Missioners dels Sagrats Cors. Este año, debido a la crisis sanitaria generada por la COVID-19, fueron unas 250 personas las que acudieron a la misa, el único acto que no fue suspendido, al contar con el espacio al aire libre del Acolliment, donde se pudieron disponer las sillas con las distancias de seguridad.
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Con la que esta cayendo y ellos en grupo y sin guardar la distancia de seguridad, pero no pasa nada, si les pasa algo, como creen, tienen la vida eterna asegurada.