Jaume Soler es una persona muy popular en Inca. Es habitual verle por el centro paseando en su silla de ruedas mecanizada y la compañía de sus perros. Amable y entrañable como pocos, ha conseguido el cariño de sus vecinos e incluso tiene un mural con su imagen en la calle Bisbe Llompart.
Jaume se reencuentra con su perra Clarita
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9 comentarios
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Un ejemplo ha seguir los demas hospitales,yo siempre recordaré ha mi padre cuando faltaban pocos días por fallecer que solo pedía por su mascota siempre he pensado que un minuto con su perro habrían sido unos días más de vida de mi padre.Por cierto yo me hice cargo del perro que falleció tres años después el día del cumpleaños de mi padre
Gran ejemplo y grande iniciativa la del Hospital de Inca.
Es el millor que podien fer per alegrar a aquest home. Recordo quan mon pare estava als seus darrers dies i li vaig dur la seva cuesta Tuli, com se li va il·luminar la cara. Mai ho oblidaré.
Pobret, quina il·lusio deber tenir de veure sa cusseta, i sa cusseta de veurelo a ell, anims Jaume, te volem tornar a veure passetjar per Inca
Detalls com aquests són els que ara ens fan somriure i caure una llagrimeta ....... Tan de bo es poguessin fer moltes més coses com aquestes amb totes les persones, i sobretot pels nostres padrinets que estàn sols. Enhorobona a l'hospital d'Inca per aquesta iniciativa i al personal que ha fer l'esforç perque es pugui cumplir. Salut per a tots!!
Súper importante, el vínculo con estos peluditos es indescriptible. Y es parte de tu vida, de tu hogar, de ti. ~♡♡
Noticias así te alegran el día!!! gracias por esta excelente iniciativa.
Mari, gracias por cuidar de Pipo porqué es mucha la gente que cuándo se va la persona mayor, abandona a su mascota en la perrera. Me ha emocionado tu comentario al igual que la noticia. Eso sí es tener buen corazón.
Me parece un apto muy bondadoso, mi Padre en su lecho de muerte en el hospital de Manacor, solo llamaba a su pipo. Ojalá se hubiesen podido despedir. Pipo aún lo sigue esperando