Apenas queda ya nieve. | Curro Viera

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Con el deshielo ha llegado la normalidad a la Serra, pero los mallorquines aún se resistieron a pasar un domingo en casa y muchos acudieron en masa a unas recién brotadas Fonts Ufanes. Cientos de coches amenazaron con perturbar la paz de este paraje, pero esta vez la comunicación entre la Conselleria y el Ajuntament de Campamnet funcionó. Tres policías locales controlaron la afluencia de vehículos y el personal de la finca se duplicó, reforzado además por varios informadores COVID. Solo entre las 12 y las 13h se hubo de cortar el acceso.

La ‘tormenta perfecta' del fin de semana anterior (días de fiesta y un paisaje de postal) hizo que miles de coches se dirigieran a la Serra, que sufrió las ansias de nieve de una población con pocos estímulos de ocio en los últimos tiempos.

Sin embargo, este domingo el número de coches que subieron fue más razonable. Los picos ya no presentaban la misma cantidad de nieve. El aparcamiento de Lluc estaba a un 50 % de ocupación y por los jardines del santuario apenas paseaban familias. Una de ellas era la de Víctor Trillo y Marta Juan, junto al pequeño Leo. El fin de semana anterior no quisieron subir por temor a una gran concentración de gente en plena pandemia. Si bien Marta consideraba las restricciones al tráfico como algo necesario ante el caos, Víctor abogaba por algún sistema que permita en días así disfrutar a todos los que lo deseen de la nieve.

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José Piguabe y Germania Martínez trataron de subir a la montaña el día 3, pero se encontraron la carretera cortada a la altura de Caimari. Ambos paseaban por una plaza del santuario casi desértica.

Los alcaldes de los pueblos afectados esperan ser convocados durante esta semana a una reunión con Delegación de Gobierno, Govern y Consell para crear un protocolo de actuación que evite que situaciones similares se repitan. «Las nevadas volverán tarde o temprano y ya se verá quien hace su trabajo», declaró Antoni Solivellas, alcalde de Escorca.

En Sóller también reinó la tranquilidad, según el regidor Carlos Darder, y los vecinos de lugares como Biniaraix agradecieron a la Policía Local su labor para evitar la enésima, saturación.