Este jueves, ambas partes se reunieron de forma virtual a propuesta del Govern, para conocer más detalles sobre los planes de la compañía, dos años después del cese de la actividad de su fábrica de Lloseta y de un ERE que afectó a 86 trabajadores. Se comprometen a firmar «un acuerdo de intenciones de presentar un plan de reconversión industrial en línea con los objetivos de los Fondos Europeos», explicaron fuentes de la Conselleria.
La reconversión
Yllanes y el director general de Política Industrial, Antoni Morro, invitaron a Cemex a «aprovechar la oportunidad de apostar por una industria nueva», que encaje dentro de los objetivos de los Fondos Europeos, y en particular, en las propuestas de inversión abiertas por los distintos ministerios del Gobierno. Cabe recordar que el anuncio de que Cemex reanudará la producción de cemento en Lloseta levantó críticas desde las entidades ecologistas.
El Govern ha insistido a Cemex en que se reconvierta para generar puestos de trabajo, señala el equipo de Yllanes. «En este sentido, hemos recibido con optimismo la intención de Cemex de compatir con las empresas que lideran el proyecto de la planta de hidrógeno, los perfies de los trabajadores qe fueron despedidos para ver si encajan y se puede priorizar su contratación». La compañía cementera ha puntualizado que «todos los empleados afectados por el ERE tienen preferencia en la contratación que precisen los socios del proyecto Power to Green Hydrogen Mallorca, incluso a los que ya tienen otro empleo».
Respecto a los compromisos adquiridos este jueves con el Govern, Cemex apunta que la reunión tuvo como objetivo «explicar los pormenores de la reanudación de la producción de cemento en la fábrica de Lloseta y transmitir nuestro compromiso de seguir buscando y promoviendo proyectos que permitan reindustrializar la zona y sean compatibles con el desarrollo de nuestra actividad». Es decir, Cemex acepta participar en la estrategia del Govern, pero no dejará de fabricar cemento. «Les hemos detallado que la producción será muy pequeña y centrada en una nueva gama de cementos cuya producción reduce entre el 20% y el 70% la huella de CO2», afirma.
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El hidrógeno en su estado natural es muy volátil, casi tanto como los políticos que prometen chorradas en campaña electoral.