¿Cómo despierta en usted la pasión por la música y interpretación? ¿Existen precedentes en su familia?
— Desde que tengo uso de razón ya cantaba, y me gustaba todo lo que fuese actuar en público cantando o tocando el piano, que empecé a tocarlo con cuatro años en la escuela de música de mi pueblo. Siempre he querido dedicarme a esto, pero no siempre lo tuve tan claro, ya que no me veía cualificada. Hasta que un día di el paso, y aquí estoy. Con muchas ganas de continuar y evolucionar como músico.
En octubre está prevista la publicación de su primer disco, ¿qué encontraremos en él y que emociones espera que evoque en quien lo escuche?
— Encontraréis mis primeras canciones como creadora, ya que no hace más de dos años que escribo. Canciones que reflejan mis problemas, dudas y también alegrías. No todas las canciones son 100 por cien autobiográficas, pero todas de alguna manera me representan y mi intención es que el público se pueda sentir identificado de alguna manera con todos estos temas.
Tengo entendido que algunos de los temas empezaron a gestarse durante los meses del confinamiento de la primavera del año 2020.
— Sí, durante el confinamiento tuve mucho tiempo, espacio y motivación para escribir. A lo mejor en el disco sólo hay una o dos canciones de ese momento, ya que también muchas de ellas no me terminaron de gustar. Hacía muy poco tiempo que escribía y fue una prueba. La gran mayoría están escritas durante el verano del 2020 y este invierno pasado.
Cómo influye en su obra su entorno vital, entre el que, según me cuentan, destaca el espíritu mediterráneo de Portocolom?
— Claramente algo de la naturaleza de donde vivo y me he criado influye. Sí que es verdad que siempre intento no caer en los mismos temas ni influencias como podría ser la naturaleza que cada día me rodea, pero sí que suele destacar en mis letras este paisaje.
En tiempos donde parece que no hay futuro musical sin irremediablemente pasar por un ‘talent show' televisivo, ¿que espera que le depare el futuro a una joven compositora ‘felanitxera'?
— Pues no lo se realmente, lo único que espero ahora mismo es terminar todas las grabaciones y durante ese tiempo disfrutarlo al máximo, y luego esperar a que llegue al público y que de alguna manera se sientan atraídos. Y, obviamente, seguir haciendo conciertos.
Permítame que haga mía la misma pregunta que le formuló Xavi Aguiló en la conversación que mantuvieron para el semanario ‘Felantix'. ¿Tiene autonomía artística? Existen divergencias con el manager o productor para imponer criterios?
— Le responderé lo mismo. Tengo autonomía, mucha. Los managers nos guían, pero soy yo quien toma finalmente las decisiones. Me dan muchos consejos sobre ideas en las que yo tal vez no habría caído. Me ayudan a señalar mis propios límites. En mi caso no existe una lucha entre el lado comercial y el artístico.
¿Qué músicos e intérpretes admira y en qué grado han influido en su obra?
— Durante toda mi vida he sido poco concreta en este tema. Siempre fui cambiando de referentes, pero durante estos dos últimos años e imagino que durará un par de años más me ha influido mucho la música y las letras de Joan Miquel Oliver i Antònia Font, y también me han atraído mucho cantantes como Maria Del Mar Bonet o Silvia Pérez Cruz, incluso Amaia i Núria Graham.
Para acabar, me interesa la visión de su generación sobre los tiempos actuales. ¿Puede definirlos con el título de una canción?
— No se muy bien que contestar a esta pregunta. En el ámbito musical, por ejemplo, sé que están naciendo muchas propuestas nuevas, algunas me gustan más y algunas menos, pero me parece precioso que los jóvenes den el paso. Un título de una canción que me gusta para definirlo es ‘Neixen Primaveres' de Aspencat.
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