Durante 2020 el Ajuntament de sa Pobla recibió un total de 145 solicitudes, de las que se han concedido 100, mientras que en los primeros seis meses de 2021 ya hay registradas 106 solicitudes, de las que 8 ya tienen concedido el permiso. Estos datos suponen un incremento del 40 % de las peticiones de licencias urbanísticas pedidas en 2020 en relación a 2019 y, de seguir la tendencia actual, las solicitudes de 2021 pueden llegar a doblar las del ejercicio anterior.
Mayores ingresos
Estos incrementos supondrán también unos notables ingresos para las arcas municipales, que en 2020 recibieron 265.000 euros a través del ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras), mientras que en 2019 fueron 192.000 euros.
El alcalde de sa Pobla, Llorenç Gelabert, explica que esta actividad «tiene su origen en el dinamismo del alquiler turístico. Los inversores y el sector inmobiliario están optando por sa Pobla antes que Pollença y Alcúdia por cuestiones de saturación de mercado y también por la diferencia de precios entre estas dos zonas con costa y nuestro municipio, más de interior y agrícola, pero con todos los servicios y conectado al mar por carretera a pocos kilómetros».
Cabe recordar que sa Pobla es el municipio de Mallorca sin costa con más plazas turísticas aprobadas en el plan de zonificación turística del Govern balear, con un total de 2.532.
Las reformas de edificios en mal estado y la obra nueva también han contribuido a este auge de la actividad constructora en el municipio. El centro de sa Pobla cuenta con un buen número de rehabilitaciones en marcha, divididas entre futuras casas vacacionales y casas que arreglan poblers para convertirlas en su residencia habitual. También está a punto de abrir un nuevo hotel de interior que ha sido reformado y existe otro proyecto en marcha para los próximos meses.
El otro foco se encuentra situado en las urbanizaciones de Crestax, s'Obac y Son Toni que se han convertido en un foco de atracción para inversores y ciudadanos extranjeros, principalmente alemanes y británicos, para alzar chalets y casas de lujo.
Uno de los alicientes que ha contribuido al incremento de solicitudes se encuentra en el plazo de 4 a 6 meses que sa Pobla tarda en conceder las licencias, muy por debajo de municipios cercanos con actividad turística. Para ello se ha reforzado el departamento de urbanismo municipal que ahora cuenta con una asesora jurídica, dos aparejadores, un arquitecto y dos coordinadores de expedientes.
Las constructoras y los cuatro almacenes de material de obra locales han trabajado a niveles prepandemia una vez finalizado el confinamiento de 2020. Y por lo que comentan al alcalde Gelabert, la actividad va en aumento.
2 comentarios
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Me corrijo: "no recientes poblers" sino "residentes poblers". Me gustaría tener también más precisiones sobre las presuntas viviendas de lujo en Sa Pobla, lo que parece a primera vista sorprendente.
El artículo afirma, sin embargo, que una parte de las obras se efectúa en la casa principal de recientes poblers, sin proporcionarnos más datos. Necesitamos pues cifras y no una impresion general para saber los tipos de residencia en obras. Saco en claro que el sector vacacional en Sa Pobla se beneficia de las restricciones impuestas en otros lugares más codiciados.