Si bien Artà no tiene grandes complejos hoteleros o urbanizaciones dedicadas a este sector, los efectos de la crisis social y económica derivada de la pandemia se han hecho notar igualmente. 2021 será un año clave para emprender una recuperación que para los responsables políticos del pueblo pasa por consolidar y fortalecer el tejido social, que durante lo peor de la crisis supo reaccionar y colaborar.
Futuro sostenible
Por ello las principales medidas, al margen de las habituales centradas en el mantenimiento de las infraestructuras del pueblo, se ocuparán de fomentar aspectos sociales y sostenibles de la economía. Se han puesto en marcha iniciativas para promover el consumo en el sector del comercio de proximidad, así como en la restauración, que han tenido una excelente acogida por parte de los vecinos.
Desde el área de Promoció Econòmica se han puesto en marcha paquetes de ayuda que han incluido bonificaciones del 100 % en la tasa de ocupación de la vía pública, vales de descuento para los comercios, sorteos e incluso ayudas económicas directas al sector.
El programa Impulsa Artà, que ha ofrecido la posibilidad de becar a más de 100 personas, o la creación de un banco de alimentos en colaboración con diversas entidades sociales, ha sido claves en el ámbito social.
Actualmente se trabaja también en una campaña, que dará comienzo en septiembre, para tratar de alargar la temporada, consistente en vales descuento por un valor total de 130.000 euros. Así mismo Artà seguirá apostando por una filosofía distinta de vida a través de su pertenencia, como primer municipio en todas las Islas, al movimiento Cittaslow. El compromiso con el respeto al entorno y al patrimonio cultural son los ejes básicos que resumen las principales políticas del municipio.
Galán apuesta por una revitalización del comercio de proximidad.
«La pandemia ha despertado la solidaridad entre los ciudadanos» Manuel Galán Massanet, alcalde de Artà
Artà comienza a despertar de un mal sueño. Su alcalde, Manuel Galán, analiza la situación actual del pueblo y las transformaciones necesarias.
—¿Cómo ve, hoy por hoy, la situación de la pandemia?
—En la situación actual creo que hay indicadores que ayudan a ser optimistas. Habrá que estar muy atentos a la evolución sanitaria de la pandemia. Si las incidencias e ingresos siguen a la baja, creo que poco a poco la recuperación social y económica se irá produciendo. Será un proceso lento porque la crisis ha puesto de relieve algunas debilidades del sistema económico y social. Muchas familias se han quedado sin trabajo e incluso se han visto desalojadas.
—¿En qué ha cambiado Artà con esta crisis?
—La pandemia ha despertado el sentimiento de solidaridad entre los ciudadanos. Otra transformación que espero que continúe es la apuesta por nuestro comercio, por nuestros productos y por nuestro tejido empresarial. Necesitamos ir de la mano de sectores económicos que apuesten por la preservación de nuestra cultura y nuestro patrimonio.
—¿Debe mejorar la capacidad de respuesta de la administración?
—Tenemos una administración demasiado rígida, con procedimientos que no se entienden. Pero ante la magnitud de la pandemia se han habilitado y modificado procedimientos que antes era impensable adaptar. Queda por mejorar el tiempo y los mecanismos de respuesta ante este tipo de emergencias.
Aina Comas, regidora de Serveis Socials
«La respuesta ciudadana ha sido clave para superar la crisis» Aina Comas Delgado, regidora de Serveis Socials
La regidora Aina Comas «quiere agradecer a los diferentes colectivos y particulares que han mostrado su dedicación y compromiso» con los vecinos. «Sin duda en Artà la respuesta ciudadana ha sido clave para poder dar una respuesta adecuada a la crisis», sostiene. «Pasado un año se comienzan a mostrar las consecuencias que son más preocupantes, porque su solución no será sencilla».
Maria Antònia Sureda, regidora de Promoció Econòmica.
«Los vecinos se han volcado en el sector local» Maria Antònia Sureda, regidora de Promoció Econòmica
Consciente de que el turismo es el principal motor de la Isla, la regidora Maria Antònia Sureda valora aún así que Artà no sea una zona de grandes complejos turísticos. Por ello valora que los vecinos «se hayan volcado en hacer compra local», aunque reconoce que «el principal problema es que mucha gente de los municipios vecinos se ha quedado sin trabajo en este sector turístico».
