El pasado domingo fue uno de esos en los que vivimos una jornada de pleno en las playas y calas de Mallorca. Lo anticipaba el llenazo en la autopista de Inca, que quedó reflejado en una publicación por este mismo periódico. Muchos se dirigieron al norte de la Isla, y las imágenes son esclarecedoras. De entre todas destaca una, cuyo autor es Hans Monheim. Otros perfiles la han replicado en redes sociales; es el caso de la publicación que pueden observar a continuación, de Terraferida. Muestra una playa de Formentor atestada de embarcaciones. A pesar de que la perspectiva haga su trabajo, creando tal vez una sensación de mayor acumulación, lo cierto es que de un vistazo pueden enumerarse decenas de embarcaciones de todo tipo.
En la arena la afluencia de bañistas es también considerable.
Formentor, antaño remanso de paz para intelectuales y personajes bohemios y adinerados, registró el pasado fin de semana un lleno absoluto. Un paraíso demasiado saturado para considerarse como tal.
Asimismo, recientemente hemos conocido que casi 2.000 vehículos particulares a motor siguen circulando a diario por la carretera de Formentor cuando se cumple un mes de la entrada en vigor de las limitaciones de tráfico que restringen el acceso a la península entre las 10 y las 19 horas.
Las restricciones que se venían aplicando desde 2018 entre la playa y el faro de Formentor se han extendido este año por primera vez a toda la carretera. Es cierto que en esta zona de la costa de Formentor se ubican algunos restaurantes y que la instantánea está tomada a la hora de la comida, pero ello no justifica en ningún caso tal afluencia de tripulantes.
3 comentarios
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Res que es turistes mós han fotut d´afòra de ca Nostra !!!
Si, vuelve haber libre fondeo en Formentor, como en los viejos tiempos, sin las boyas. Como he navegado por otras zonas del Mediterraneo, he visto otras soluciones a este problema, soluciones que serían muy practicos en este caso, Me refiero especialmente a las boyas de fondeo un algunas islas italianas, boyas sin coste, colocados por el Ayuntamiento de la zona. El sistema de boyas de pago no funciona porque está claro que la suma de lo cobrado no basta para los gastos de personal y material. Los enormes muertos de hormigon, fruto de la concesion ruinosa dado por el entonces Ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, siguen alli en el fondo y se podrian muy bien aprovechar, pero, ¿quien quiere pagar los gastos?
De paso, se habría de demostar que sólo los turistas saturan y no los residentes, que por suerte también van a la playa, sobre todo los fines de semana.