El regidor de Economia local y Turisme, Miguel Ángel Cortés, frente a las antiguas tiendas de Antony’s y Asinca. La primera acogerá un Eroski Gourmet y una franquicia de KFC, mientras que en la segunda ya funciona una tienda de muebles que se trasladó desde una nave cercana.

TW
9

Las escenas de autocares haciendo cola para dejar a los turistas en las puertas de las grandes tiendas de pieles de Inca para que adquirieran todo tipo de artículos ya es historia desde hace más de una década. La actividad comercial de las empresas dedicadas al calzado y la marroquinería en la capital del Raiguer está dando paso a la proliferación de conocidas marcas comerciales y empresas de servicios que se instalan en la ciudad.

El liderazgo económico comarcal de Inca se refleja en el registro de concesiones de licencias de actividad. En 2019 fueron 90 y el año pasado, en plena pandemia, se llegaron a las 59. Hasta este mes de julio de 2021, el Ajuntament d'Inca ha gestionado ya 74 licencias. El regidor de Urbanisme, Andreu Caballero, indica que «Inca es un lugar atractivo para los nuevos negocios por sus servicios y conectividad». Resalta que «la restauración, los despachos profesionales y los servicios sociosanitarios se han implantado con fuerza y hay que destacar que se han puesto en marcha tres proyectos hoteleros».

Una de las zonas que está experimentado un gran auge económico y comercial es la conocida como la fachada de Inca. El Pla Especial de l'Àrea de Reconversió de la Façana d'Inca ya prevé la implantación de empresas, servicios y de zonas deportivas, sanitarias y educativas, además del tercer polígono en desarrollo.

Variedad

Es en este ámbito donde se encuentran desmanteladas dos grandes empresas que simbolizaban el poderío comercial de la piel en el municipio: Asinca y Antony's. En la primera ya se ha instalado una tienda de muebles que antes se encontraba en una nave cercana y que ahora ha sido adquirida por la cadena Lidl para abrir un nuevo supermercado. En Antony's se realizan los trabajos para que se convierta en un Eroski Gourmet y en un establecimiento de la cadena Kentucky Fried Chicken.

El regidor de Economia Local y Turisme, Miquel Ángel Cortés, considera que «ya es hora de acabar con el discurso derrotista sobre la crisis del calzado. El cambio de modelo turístico y de las nuevas estrategias comerciales nos ha llevado a una realidad muy distinta a la que había cuando comenzó la decadencia comercial del sector peletero». Ahora, «hay que lograr que los ciudadanos valoren de forma positiva el crecimiento en la fachada de Inca, así como el hecho de que grandes marcas hayan elegido nuestra ciudad».

Otro gran desafío es conseguir que el centro vuelva a despegar comercialmente. «Es un reto de movilidad, mercadotecnia y de formación que desde el Ajuntament impulsamos desde hace tiempo. Y debemos mirar en el sector de la restauración local que sí ha logrado atraer de nuevo a su clientela», explica Cortés.