El primer tomo de la trilogía, titulado Colònia de Sant Jordi. Fills del seu temps (1886-1936), fue presentado en un acto al que asistieron una treintena de personas y al que acudió la alcaldesa, Francisca Porquer.
Entre las fuentes orales usadas para elaborar esta historia, recopiladas por Bauçà desde los años 80 entre la gente mayor del pueblo, destaca la de su propia madre, de 103 años, Margalida Ginard Mas, de Can Torrer, probablemente la familia más antigua de la Colònia. También aportaron mucha información Sebastiana Bauzá Bonet, de Cas Perduts o de sa Torre; y Rafel Bauzá Jaume, de ca na Ferrera o es patró Rafel.
No en vano, tal y como explicaron Rigo y Bauçà, los colonos de esta localidad procedían de Santanyí y ses Salines, pero sobre todo de Campos, como Biel Pomar, que en las primeras décadas del siglo XX construyó una villa en la Colònia, cuyo primer piso destinó a pensión. Un servicio para los pudientes amigos del marqués del Palmer que también promovió la Pensión Playa, conocida como S'Hotel, en 1934, para alojar a sus conocidos.
Repoblación
Y es que el origen de la Colònia de Sant Jordi fue un plan estatal de repoblación al que se acogió el 1886 el marqués del Palmer, que parceló los terrenos del norte de sa Vall. «Era una época de hambre y el marqués ofreció incentivos fiscales y regaló un solar en lo que ahora es el núcleo urbano de la Colònia a quienes le compraran o alquilaran terrenos para cultivar e incluso prometió librarles de ir a las guerras de Cuba y Filipinas», indicó el principal autor del libro. Así, a esta colonia agrícola –y después pesquera–, puesta en marcha junto a Porto Cristo y la Colònia de Sant Pere, acudieron las familias fundacionales: Can Torrer; Ca na Ferrera; Can Cossi; Can Perdut; Can Rosé; Can Terrola; Can Barbona; Ca ses Tereses; Els Jaumetes; Can Mestre Nofre, y algunas más. Los escritores recuperan la labor pesquera y agrícola de la zona, junto a los ‘trencadors' de marès y la actividad de las salinas, además de recordar que existió una fábrica eléctrica, una de magnesio y un barómetro, ubicado en la ya desaparecida casa de Can Gomila, donde los marineros se informaban sobre el tiempo antes de zarpar.
5 comentarios
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On puc trobar aquests llibres?
!!!ESO SI QUE ES MEMORIA HISTORICA Y NO LA OTRA!!!
Molt be . Bon treball.
Por supuesto, Porto Cristo era entonces "Colònia del Carme".
Siempre he tenido la sensación que la Colonia Sant Jordi guarda muchos secretos y estuvo habitada hace muchos siglos por gentes del mar ... es un lugar con muchos detalles curiosos tanto geográficos cómo de fondos de las bahías ... Hay mucho trabajo arqueológico en Mallorca por hacer.. pero me da que no interesa. Pero claro el dinero se van en gin tonics para Hatmengola y sus chorizasss... Que no hacen NADAAA.... excepto ROBAR... Antes los piratas tenían cara de brutos.. ahora están en las Consellerías y se declaran defensoras de las mujeres.. ( excepto de las menores a su cargo, estas las usan para otros temas... más.. .....)