El pueblo de Binissalem se ha visto afectado por la pandemia de la misma manera que el resto de localidades de las islas. El alcalde de la localidad, Víctor Martí, asegura que la realidad actual «nos deja un escenario cambiante y sujeto a nuevas medidas que cambian cada semana». Binissalem tiene un patrimonio cultural de gran riqueza. La tradición y la modernidad se dan la mano, convirtiéndose en uno de los pilares de la economía de la localidad. «Nuestra industria es la mejor embajadora de Binissalem y está relacionada con el vino, gastronomía y la Pedra de Binissalem junto con las empresas que viven directa o indirectamente de ellas», destaca el alcalde.
«Nuestro vinos se ven enmarcados dentro de una denominación de origen propia. La Denominación de Origen de Binissalem creada en 1990 tiene el privilegio de ser la pionera en Baleares», recuerda.
A las faldas de la Serra de Tramuntana, su protección, queda plasmada en esta Denominación de Origen y en las diferentes expresiones de sus bodegas. A ello se suman un clima y un suelo en que las variables autóctonas son llevadas a su máxima manifestación y en los que la creatividad e innovación conviven plasmándose en el vino como fuente de sublime perfección. La gastronomía completa esta trilogía y «nos hace partícipes de platos tradicionales y únicos del recetario balear, que solo podremos encontrar en Binissalem», explica Víctor Martí al destacar la cualidades del municipio.
Actividad empresarial
Por otra parte,las licencias de obras han aumentado de manera considerable. Todo ello recordando que Binissalem es un pueblo declarado Monumento Histórico Artístico. A ello se suma la cercanía del municipio con Palma y las buenas redes de comunicación con la misma.
«Para intentar ayudar a nuestros comercios y empresarios locales hemos iniciado una línea de subvenciones con una partida de 75.000 euros que, conjuntamente con el Consell de Mallorca y el Govern balear, serán destinados a los empresarios que así lo soliciten para paliar las repercusiones de la Covid», explica el alcalde.
El potenciar el comercio local ha sido otra de las acciones que se han promovido en este tiempo. Los comercios han dado facilidades a sus vecinos y se han realizado diferentes campañas. Por otra parte las actividades relacionadas con el sector turístico como el cicloturismo, las viviendas vacacionales y agroturismos son otro de los elementos destacados que repercuten en el prestigio e identidad internacional de la localidad.
A nivel social y económico, desde el Ayuntamiento de Binissalem «hemos intentado estar cerca de nuestros vecinos». «Creemos que la gente sabe que tiene las puertas del Ayuntamiento abiertas, para cualquier consulta. Nos gusta conocer sus iniciativas y aspectos», destaca Martí. El alcalde reconoce que las limitaciones están presentes como en cualquier órgano de gestión pero que desde el Ayuntamiento «intentamos que los ciudadanos sepan que pueden contar con toda nuestra dedicación».
El Vermar
Los jóvenes y la ciudadanía en general sienten este período de vendimia como muy suyo. Como gestor local tienen «todo mi apoyo y admiración», recalca. «Son los mejores y han demostrado una capacidad titánica de adaptarse al entorno. Mi más sincera enhorabuena al imperio del sentido común y la razón que demuestran todos nuestros binissalemers», explica.
Aunque ante la situación actual, el alcalde reconoce que «volver a tomar la decisión de suspender las Fiestas des Vermar ha sido una decisión traumática a nivel personal. No nos ha quedado más remedio debido a las circunstancias legales y restrictivas de las diferentes organizaciones supramunicipales. Todo ello, junto con el sentido común, nos ha hecho tomar esta decisiones de no poder celebrar las Festes des Vermar como tradicionalmente se venían celebrando».
Gran incremento de la actividad de Serveis Socials
En este año y medio de pandemia, en Binissalem ha habido un aumento de demandas de ayudas económicas para cubrir las necesidades básicas, con una «respuesta lenta y poco accesible de las administraciones supramunicipales», critica Víctor Martí. Este aumento de demandas ha generado la necesidad de la incorporación de una trabajadora social de refuerzo, incorporación de tramitaciones telemáticas por parte de las administraciones públicas «lo que ha generado una evidencia de la brecha digital y dificultad para los colectivos más vulnerables al acceso». El alcalde agradece la solidaridad de los vecinos en el momento de la pandemia: «Hubo un aumento de oferta de voluntarios para dar apoyo y acompañamiento a las personas de más riesgo (tercera edad especialmente)».
Actualmente la situación ha vuelto a condiciones normales, aunque aún así hay que destacar que Binissalem es un municipio con mucha esencia de pueblo, pertenencia y la solidaridad y cooperación en la comunidad está muy presente. Entre los proyectos de Servicios Sociales presentes para lo que queda de año, el alcalde Víctor Martí explica que Binissalem ha contratado una trabajadora de refuerzo para suplir las necesidades provocadas por la COVID. Este refuerzo en principio está previsto hasta el 31 de diciembre, no obstante sería necesario prorrogar su continuidad. Además, de los proyectos Procanvi y Biniductiu Jove .