Imagen del edificio de la antigua planta embotelladora de refrescos del grupo Pepsi.

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Una vez embridados los perniciosos efectos de la COVID-19 sobre el tejido económico y empresarial de Marratxí, el alcalde Miquel Cabot (PSOE) se muestra dispuesto a reimpulsar dos proyectos estratégicos para el municipio: la reconversión en espacios socioculturales de los edificios de la Refinadora y de la antigua fábrica de Pepsi en el Pont d'Inca, ambas infraestructuras de titularidad municipal.

Con la consecución de ambos proyectos, Cabot considera que el Pont d'Inca cambiará su idiosincrasia. «Marratxí tiene un déficit de instalaciones culturales y creo que, si se gestiona bien, tanto Pepsi como la Refinadora van a cambiar esta dinámica y podemos convertir el Pont d'Inca en un centro de referencia cultural de la Isla y, a la vez, dar un impulso a la economía local», apunta el alcalde.

En cuanto a las instalaciones de la vieja planta de tratamiento de algarrobas de la Refinadora, a día de hoy se está redactando el proyecto para rehabilitar el patio principal, una de las naves para que tenga un uso polivalente y unos servicios. «Con esto ya cumpliremos el primer objetivo que es abrir la refinadora a los ciudadanos», apunta convencido Cabot.

Asimismo, el objetivo del consistorio es poder rehabilitar la refinadora nave por nave, «por eso también sacaremos a concurso un estudio técnico de las cubiertas de cada nave para luego poder rehabilitar cada espacio con un uso diferente», señaló ayer el alcalde a este diario.

Los primeros espacios que se quieren rehabilitar son las naves que destinadas a albergar un teatro y la nueva biblioteca municipal.

En lo tocante a la reconversión de la antigua embotelladora de refrescos del grupo Pepsi, ya han empezado las obras de rehabilitación de las antiguas oficinas de la fábrica, que se convertirán en las nuevas instalaciones para la escuela municipal de música y de la banda municipal. «Ya tenemos el proyecto de sustitución de la cubierta de la antigua fábrica y en breves sacaremos el concurso para su ejecución», afirma Miquel Cabot.

Por otra parte, los servicios de contratación del Ajuntament de Marratxí está preparando la licitación de un estudio técnico que indique las posibilidades de uso de los espacios de la fábrica. «Hoy en día hay muchos elementos estructurales que eran de la maquinaria de la embotelladora, el estudio nos dirá cuántos de estos elementos se pueden eliminar sin que afecte a la estructura de la fábrica para poder sacar el máximo aprovechamiento al espacio», indica el primer edil de Marratxí.

Al margen de estos dos proyectos radicados en la localidad del Pont d'Inca, durante la segunda mitad de la presente legislatura el Consistorio marratxiner también tiene previsto iniciar las obras de la nueva escoleta en el Pla de na Tesa.